Desde que en 1975 la muerte de Franco inició el camino hacia la democracia, los distintos gobiernos que han pasado por el poder no se han distinguido por su disposición viajera. De hecho, en estos treinta años sólo se han celebrado 10 Consejos de Ministros fuera de Madrid, y de ellos sólo cuatro han tenido carácter decisorio, mientras que los seis restantes han contado con la Presidencia del Rey y han sido deliberantes .

En la historia democrática española, esta figura del Consejo de Ministros rotatorio la inauguró José María Aznar con la reunión gubernamental celebrada el 29 de noviembre de 1996 en Las Palmas. En ese encuentro también arrancó la costumbre, posteriormente consolidada, de aprovechar estas caravanas ministeriales para realizar importantes anuncios referidos a la comunidad que las acogía.

Así, en Las Palmas el Gobierno de Aznar aprobó, entre otras cosas, el Plan Integral de Empleo de Canarias (con una inversión de 600 millones de euros en seis años), la construcción de dos desaladoras (más de 60 millones) y traspasos competenciales tan importantes como son los de justicia y educación.

También en Canarias

Sólo un año después, el 28 de noviembre de 1997, de nuevo Canarias, y ahora Santa Cruz de Tenerife, era el escenario escogido por el Ejecutivo del Partido Popular. En esta ocasión, además de hacer un seguimiento del Plan de Empleo canario, se firmaron convenios para ejecutar obras por valor de más de 700 millones de euros en un horizonte de 7 años, una inversión que incluía la Autovía de Circunvalación de Las Palmas y obras de carácter hidráulico.

El 24 de enero del 2003 Aznar conducía la tercera salida de sus ministros, esta vez a A Coruña y con un significado muy diferente a los anteriores: se trataba de hacer frente a la crisis originada por la catástrofe medioambiental del Prestige .

Encuentro complicado

Ese complicado Consejo de Ministros abordó muchos asuntos relacionados con esta crisis, como las medidas de seguridad exigible a embarcaciones similares, la organización de la Comisión Ministerial y de los Comisionados de hasta tres ministerios y la aprobación del Plan Hidrológico Galicia-Costa, que preveía una inversión de 1.459 millones de euros en veinte años. En ese encuentro también fue aprobado el famoso Plan Galicia , que suponía una inyección adicional de 5.200 millones de euros para la comunidad gallega.

Ya con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero en el poder el primer Consejo de Ministros alejado de La Moncloa fue, como parecía inevitable, en León, su ciudad natal. En ese marco se aprobó el Plan de Inversiones del Noroeste, un ambicioso proyecto que pretendía poner fecha e inversión concreta para infraestructuras de la zona, especialmente de trenes de alta velocidad y autovías. Asimismo, incluía mejoras en los aeropuertos de León, Burgos y Salamanca, la construcción en El Bierzo de un centro estatal de investigación sobre el carbón y la aprobación de incentivos fiscales para la iniciativa Salamanca 2005 .

El que hoy se celebra en Mérida será el segundo viaje del Gobierno de Rodríguez Zapatero, quien comentó al alcalde de Mérida, Pedro Acedo, que no habrá muchas más reuniones de este tipo en lo que resta de legislatura.

Por lo que se refiere a las reuniones de carácter más institucional, habitualmente se aprovecha algún evento histórico que las enmarque, como el Año Xacobeo (Santiago de Compostela, en 1999) o la conmemoración del descubrimiento de América (Santa María de la Rábida, Huelva, en 1992).