El Ministerio de Medio Ambiente, en colaboración con la Junta de Extremadura y el resto de Gobiernos autonómicos, está preparando un plan para atajar la proliferación de vertederos ilegales y eliminar los ya existentes. Solo en la región, de acuerdo con los datos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil a los que ha tenido acceso este diario, hay más de 300 basureros incontrolados de este tipo.

Desde la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente señalan que ya se han producido las primeras reuniones entre las distintas administraciones para intentar atajar este problema. "Se están buscando las medidas necesarias para prevenir los vertidos ilegales, así como para dar una solución a los vertederos ya existentes", comentan, aunque todavía no se avanzan cuáles serán las iniciativas concretas.

La Junta de Extremadura ya se ha puesto manos a la obra: ha iniciado los trabajos para disponer de un inventario con todos los vertederos incontrolados existentes en la comunidad autónoma y se está realizando el borrador del nuevo Plan Director de Gestión Integrada de Residuos de Extremadura. En él se propondrán medidas relacionadas con la prevención, producción y gestión de residuos procedentes de la construcción, uno de los más frecuentes en este tipo de vertederos --también conocidos como escombreras--.

De acuerdo con los datos facilitados por el Seprona, en Extremadura existen actualmente 314 vertederos incontrolados (152 en Badajoz y 162 en Cáceres), uno más que en el 2006. La mayoría de ellos son depósitos de residuos urbanos, como escombros procedentes del sector de la construcción, basuras, electrodomésticos, juguetes, neumáticos y mobiliario de viviendas. Pero en otros los agentes de la Guardia Civil han encontrado sustancias y materiales peligrosos o especialmente contaminantes, como botes con restos de aceites, pinturas, filtros utilizados, sustancias químicas de limpieza o incluso vehículos abandonados.

SIN CERCAMIENTOS Además, según los datos facilitados por las fiscalías de Medio Ambiente de Cáceres y Badajoz, normalmente son lugares situados en las inmediaciones de los núcleos urbanos, a menos de dos kilómetros de las localidades afectadas y carecen de franja perimetral o cercamiento, por lo que los ciudadanos tienen fácil acceso a estos lugares.

Otra de las cuestiones que más sorprende al observar los informes del Seprona es que algunos de estos vertederos llegan a tener una superficie de más de una hectárea. Es el caso del localizado en Acehúche, en la dehesa boyal de Ceclavín, en La Isla de Coria, en El Pocito de Jaraíz, en La Nava de Jarandilla de la Vera o en la dehesa de Trujillo.

Según indican desde la Junta, la actual Ley de Residuos indica que la responsabilidad de que el residuo sea depositado y gestionado en el lugar y la forma adecuados recae "en primer lugar en el productor o poseedor, y solamente se libera de ella cuando lo entrega a un gestor autorizado".

Por su parte, las comunidades autónomas son las encargadas de autorizar, vigilar, inspeccionar y sancionar las actividades de las empresas de producción y gestión de residuos. Sin embargo son los ayuntamientos quienes poseen la potestad de sancionar por el abandono, vertido o eliminación incontrolado de cualquier tipo de desecho urbano, siempre y cuando estos no pongan en peligro el medio ambiente o produzcan un daño o deterioro grave para el entorno ni para la salud de las personas.

De acuerdo con el informe de Greenpeace Situación de las basuras en España , el 93% de los residuos urbanos que se generan en Extremadura "acaban en los vertederos". Cada año, según los últimos datos, en la región se producen más de 507.000 toneladas.