La variante de Trujillo, el primer tramo de la autovía que unirá esta localidad con Cáceres (A-58), se abrió ayer al tráfico con tres meses de antelación sobre lo previsto y la ratificación del 2010 como fecha límite para que dicha carretera esté "completamente en servicio". Así lo anunció la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, que asistió a la inauguración de esta vía, asegurando además que esta constituye "el primer paso del futuro corredor que unirá la A-5 con Portugal a través de la A-521", lo que confirmaría la conversión en autovía de la N-521 (Trujillo-Valencia de Alcántara), actualmente en estudio previo. A más corto plazo, Pereira indicó que el siguiente intervalo de la A-58 en entrar en funcionamiento será el que va de Trujillo a Plasenzuela, que lo hará el próximo verano.

De este modo, el Ejecutivo central recupera los plazos programados inicialmente para la construcción de la A-58, incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para el 2007. Sin embargo, en las cuentas públicas del próximo ejercicio, la fecha de finalización de esta autovía se retrasaba un año, es decir, hasta el 2011 --ver EL PERIODICO del 4 de octubre--. Pese a ello, la delegada del Gobierno situó ayer de nuevo en el 2010 el límite para la entrada en servicio de esta vía al completo, afirmando que tras la apertura del tramo Trujillo-Plasenzuela el verano que viene, la de los otros dos --Plasenzuela-Santa Marta de Magasca y Santa Marta de Magasca-Cáceres-- se hará efectiva "a lo largo del 2009". A ellos se unirá la conexión con la A-66, cuyo estudio informativo ya ha sido contratado.

De momento, el tramo abierto ayer al tráfico ofrece la posibilidad de acceder a la N-521 desde Madrid sin pasar por Trujillo. Hasta ahora, era necesario atravesar el casco urbano del municipio cacereño, lo que ocasionaba una notable pérdida de tiempo, aparte del elevado volumen de tráfico que soportaba la localidad. La recién inaugurada variante de esta localidad mide 9,5 kilómetros y ha contado con una inversión de 25,3 millones de euros, de los más de 130 que, según las previsiones, costará en total esta autovía, de 47,14 kilómetros de longitud que cada día soportarán entre 6.000 y 8.500 vehículos.

TRES MESES ANTES Este tramo inicial de la A-58 entra así en funcionamiento tres meses antes de lo previsto, como ya había anunciado el Ministerio de Fomento a principios de este mes. Tal adelanto ha sido posible gracias a la duplicación de los equipos que han ejecutado las obras, según explicó a este diario Emilio González, delegado en Extremadura de la empresa responsable de estos trabajos, Corsan-Corvian.

"Hemos traído más equipos para efectuar el movimiento de tierras, lo que nos ha permitido hacer el firme durante el verano, la mejor época para ello. Además, hemos llegado a duplicar los equipos encargados de construir las estructuras (puentes, pasos superiores...), etcétera, lo que nos ha permitido acelerar su construcción", indica González. Para ganar rapidez, aclara, "en ningún caso hemos reducido la calidad ni la seguridad, aunque sí es cierto que el tiempo que hemos obtenido podemos emplearlo en otras obras". Aparte del beneficio para los usuarios, que ya al mediodía de ayer comenzaron a circular por la nueva carretera.

Justo en ese aspecto --las mejoras que experimentarán los extremeños-- coincidieron los alcaldes de las dos localidades que el futuro quedarán unidas por la A-58, presentes ayer en la inauguración de su primer tramo. Así para el edil trujillano, José Antonio Redondo, esta autovía "relanzará el bienestar social" de los vecinos de este municipio lo que repercutirá también, a su juicio, en una mejora del turismo.

Por su parte, la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, destacó la importancia de este tipo de vías de comunicación "porque nos ponen en el mapa de España", lo que consideró fundamental de cara a la candidatura de Cáceres a la capitalidad europea de la cultura. Asimismo, destacó que la conexión con Trujillo "es el comienzo de una red de carreteras que van a cruzarse en Cáceres" y aseguró que de este modo "se ven cumplidos nuestros sueños".

Antes, el consejero de Fomento, José Luis Quintana, estimó que ayer era el día de "felicitar a la constructora, a la asistencia técnica, a los directores de obra...", "porque todo había salido bien". Por el contrario, consideró que cuando no ocurre así solo se culpa a la Administración, por lo que aprovechó para recordar a la ministra del ramo, Magdalena Alvarez, cuya labor ha sido muy criticada últimamente. "En esta ocasión ha cumplido", resaltó Quintana en una muestra de apoyo a la que también se sumó Pereira, quien apuntó que precisamente ayer se votaba su reprobación en el Congreso. Por otro lado, el consejero señaló que la A-58 constituirá en el futuro un nuevo enlace con Lisboa, puesto que "se unirá con la futura Ex-A4 (Cáceres-Badajoz)".