Ninguna entidad financiera española ha necesitado una inyección de capital público para seguir adelante, con lo que el Gobierno "solo puede respetar" que los bancos mantengan su política de dividendo a pesar de la crisis económica. Con este argumento descartó ayer el secretario de Estado de Economía, David Vegara, presionar a las entidades para que recorten la retribución al accionista y dediquen más fondos a fortalecerse.

SIN AYUDAS PUBLICAS El problema es que las medidas de liquidez para el sector --subastas y avales a la deuda-- han sido interpretadas en ciertos ámbitos como ayudas públicas, y como tales deberían dar derecho a ciertas imposiciones por parte de la Administración. Vegara destacó que, por contra, se tratan de iniciativas de apoyo, con lo que no le conceden al Ejecutivo autoridad alguna sobre el dividendo.

Cosa distinta, añadió, es que este pueda crecer menos sin modificar el pay-out (porcentaje del beneficio que se paga a los accionistas). Y es que el Banco de España ha recomendado al sector que reduzca el crecimiento de las ganancias para destinar cantidades mayores a afrontar los imprevistos que puedan surgir este año (las llamadas provisiones voluntarias subestándar ).

SUBASTAS DE ENERO Vegara descartó por el momento impulsar más medidas para reactivar el crédito. Es preciso, alegó, comprobar el resultado de las subastas de enero, que beneficiarán a las entidades que hayan aumentado los préstamos. "Lentamente las cosas van normalizándose y las medidas extraordinarias, como las recapitalizaciones, no tienen por que ser utilizadas", dijo.