El nuevo modelo de financiación autonómica está casi cerrado a falta del visto bueno definitivo de Cataluña. Las negociaciones entre el Gobierno y las comunidades autónomas se han acelerado durante las últimas horas hasta tal punto de que el acuerdo pende, casi únicamente, de que el Ejecutivo y ERC resuelvan las últimas diferencias en las cantidades que percibirá esta región.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer desde la localidad italiana de L´Aquila --donde participa en la reunión de los ocho países más ricos del planeta, el G-8-- que el proceso "está en la recta final". En su comparecencia ante los medios, calificó como "destacadas" las reuniones que se han mantenido en los últimos días entre responsables del Ministerio de Economía y representantes de Cataluña y Andalucía, que tendrán "bastantes más recursos", según dijo, por su incremento de población.

Rodríguez Zapatero recalcó que se trata de un "buen modelo de financiación", que será "más justo" y "permite a las comunidades tener más recursos para sus servicios públicos". En este punto, subrayó que sobre todo "será un acuerdo satisfactorio para Cataluña, que mejorará posiciones. También mejorarán otras como Baleares, que estaba en una desigualdad bastante evidente".

SIN FECHA PARA EL CPFF El Ejecutivo ya ha trasladado a las comunidades autónomas las grandes cifras del nuevo modelo. Los detalles se los entregará en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) previsto para la próxima semana. Y en La Moncloa se muestran convencidos de tener atado el acuerdo. De hecho, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, admitió ayer tras el Consejo de Ministros que la negociación está ya en la "fase final" y se mostró "absolutamente convencida de que en muy poco tiempo va a haber un acuerdo; está al alcance de la mano". De hecho, fuentes gubernamentales señalaron a la Agencia Europa Press que es posible que el acuerdo se cierre en horas y que la ministra de Economía, Elena Salgado, pueda explicar durante el fin de semana los términos del acuerdo.

De la Vega alabó el "esfuerzo y generosidad que están demostrando todas las partes y que permitirá poner más recursos a disposición de los ciudadanos, vivan donde vivan". "Va a seguir habiendo igualdad entre las comunidades", subrayó antes de explicar que el acuerdo debe ser ratificado en un órgano multilateral como es el Consejo de Política Fiscal y Financiera. La vicepresidenta declaró que aún se desconoce la fecha concreta de la próxima reunión, aunque el Gobierno sigue trabajando sobre la previsión de que sea el día 15 o el día 16.

PENDIENTES DEL TRIPARTITO Los distintos contactos mantenidos durante la última semana por el departamento que dirige Elena Salgado parecen haber dado sus frutos. Solo falta el visto bueno definitivo de Cataluña. La propia ministra mantuvo el jueves un encuentro con el conseller de Economía del Ejecutivo catalán, Antoni Castells, en el que ofreció a la Generalitat un modelo de financiación que se desplegaría "gradualmente en cuatro o cinco años" y que, al finalizar este plazo, reportaría a esta región unos 3.100 millones de euros adicionales al año, según fuentes próximas a la negociación.

A esta cifra debe añadirse la denominada caja b , configurada por los recursos adicionales por competencias que no tienen otras comunidades, como seguridad, justicia o prisiones.

En principio, la reunión se cerró con un preacuerdo que debe ser aceptado por los socios del Partido Socialista Catalán (PSC) --que son Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa por Cataluña-Los Verdes (ICV). Las tres partes mantuvieron ayer un encuentro para conocer los términos de la propuesta y la comisión permanente de ERC se reunió por la tarde para valorar la situación. Tras más de dos horas de evaluación, la formación nacionalista manifestó su rechazo a la oferta del Gobierno central por considerarla "insuficiente". Según explicó su secretario general, Joan Ridao, "aún admitiendo que se han producido avances significativos en el modelo de financiación, estos todavía no son suficientes para validar un acuerdo entre Gobierno catalán y Gobierno español". En esta línea, aclaró que su partido se mantiene firme en conseguir un mínimo de 3.800 millones "el último año de aplicación del modelo". No obstante, la dirección Ejecutiva de ERC se reunirá mañana domingo para valorar la propuesta y los posibles cambios que se puedan introducir en las próximas horas.

LA OPOSICION DEL PP La negativa de los nacionalistas no fue el único escollo con el que se encontró ayer el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, avanzó que "no habrá apoyo" del conjunto de las comunidades autónomas gobernadas por su partido al nuevo modelo de financiación autonómica. Sin embargo, indicó que, puesto que los ingresos tributarios de las comunidades podrían caer a la mitad en el 2011, "es posible" que algunos presidentes se opongan al nuevo modelo, pero "cojan" en una posterior adhesión los recursos adicionales que prevé el nuevo sistema.

Montoro sentenció que le "extrañaría" que alguna comunidad del PP votara a favor del modelo y aseguró que el Grupo Popular en el Congreso se opondrá al proyecto de ley orgánica de la nueva financiación. Argumentó que lo rechazan porque "ninguna región del PP conoce todavía el modelo y las cifras", y en segundo lugar, porque el Gobierno lo ha negociado dentro de las comunidades del PSOE para sostener al tripartito en Cataluña.

Fernández de la Vega replicó al PP que éste no es un tema para hacer "política partidaria porque afecta al conjunto de la ciudadanía" y "sería una posición de responsabilidad que hubiese un acuerdo por parte de todos al margen de cuál sea su Gobierno".