Iberdrola, Unión Fenosa (en alianza con la italiana Enel), Sacyr y Acciona han sido, por ese orden, las grandes beneficiarias del reparto de autorizaciones para parques eólicos, y suman en total 356 megavatios, es decir, el 75% de lo que se ha concedido.

La cara opuesta la representan la alianza Joca-Caja Extremadura, que bajo el nombre de Instituto de Energías Renovables aspiraban a instalar 498 megavatios y sólo se le autorizan ocho, Capital Energy (bajo el nombre Generación Eólica Extremeña), que aspiraba a 234 y se queda en cero, y Eon (Energías Renovables La Foresta), que pujaba por 100 megavatios y también queda a cero.

Ninguna de las firmas principales compareció con la denominación de la matriz. Así, Parques Eólicos de Extremadura era en realidad Acciona con algunos socios extremeños, y se lleva 60 megavatios (aspiraba a 233). Mientras, Iberdrola figura bajo tres denominaciones distintas: Electra de Montánchez, Malvana y Sierra de San Pedro. Presentó propuestas por 414 megavatios y ha obtenido 138.

Por su parte Eufer (la empresa de renovables constituida por Fenosa y Enel) comparecía como Energías Especiales de Extremadura, y aspiraba a instalar 450 megavatios, aunque se ha quedado en 94. Finalmente, en el grupo de grandes compañías, Sacyr adoptó la denominación de Desarrollos Eólicos Extremeños y pujaba por 264 megavatios, que se han quedado en 64 autorizados.

Al margen de las cuatro firmas más fuertes, logran una parte del pastel eólico (además de la mencionada Joca-Caja Extremadura), las firmas Proyectos Energéticos de Extremadura (10 megavatios), Eólica Valle de Peraleda (50 megavatios) e Infraestructuras Energéticas y Medio Ambientales Extremeñas (46 megavatios).

Entre las que se quedan fuera el caso más llamativo es el de Vientos de Extremadura, cuya matriz es la firma gallega Iglevaz, propiedad del exalcalde de La Coruña y hoy embajador ante el Vaticano, Francisco Vázquez, y su mujer Carmen de la Iglesia.

Tampoco logra su propósito el Grupo Gallardo, que pretendía colocar un parque de 48 megavatios en la misma zona de la refinería y que no ha sido autorizado. En el mismo sentido, no podrán poner ni un solo molinillo la madrileña Aldesa, la aragonesa Samca o la italiana Italgest.

El concurso ha dejado fuera igualmente a la firma especializada en renovables Fersa y a Pymecon, que presentaba un proyecto en Plasencia.

La decisión de la Junta ha supuesto finalmente que menos de la quinta parte de los proyectos sigan adelante.