El refranero popular apunta un par de dichos que se pueden aplicar en la actual situación de crisis: "El que no llora no mama" y "Dios aprieta pero no ahoga". Hace tan solo dos meses varios empresarios extremeños denunciaban en EL PERIODICO la situación crítica que atravesaban debido a que las entidades financieras no abrían el grifo y les negaban una y otra vez créditos que les ayudaran a solventar sus problemas de liquidez. Ahora, algunos de ellos cuentan como algo han conseguido tras aquellas protestas, el hecho de que la banca se acercara a ellos para conocer sus problemas, algo que no pueden decir muchos otros empresarios. Es más, alguno incluso ha vuelto a contratar a trabajadores que tuvo que despedir para poder seguir adelante con su negocio.

José Sánchez, propietario de AJE Carpintería y Estructuras, de Castuera, reconoce que "los bancos han abierto las puertas y han venido ellos mismos a ofrecernos financiación", no aquellos que antes le cerraron esas puertas , sino "otros", con los que ahora trabaja. Esto no ha hecho que la situación cambie demasiado, aclara, porque ahora se encuentra con problemas de suspensión de pagos, de 130.000 euros, de los que "tengo que reponer al banco 48.000 euros con pagarés".

La medida que ha decidido tomar para que no le vuelva a pasar lo mismo es que "ahora trabajamos con una seguridad, con el pago por adelantado, porque preferimos hacer menos trabajos, pero con la seguridad de que nos van a pagar", una circunstancia que también le permite "mantener a los trabajadores, porque pedidos seguimos teniendo", lo que ahora sucede es que exigen que se les pague parte del trabajo por adelantado. Por ello, indica que, pese a esa mayor apertura de las entidades financieras, "la situación sigue siendo extrema".

Su paisano Benito León, gerente de Construcciones Lemafesa, que hace dos meses pedía a los bancos que dejaran trabajar a aquellas empresas saneadas, como la suya, y se lamentaba de que estas entidades tenían el dinero inmovilizado, reconoce que en su caso particular la situación "ha mejorado algo", y coincide con José Sánchez en que "los bancos se acercan más a raíz de aquella denuncia".

De esos cambios se han beneficiado seis de los doce trabajadores que tuvo que despedir para salir del paso y que ahora han vuelto a ser contratados; incluso "he sacado un par de pólizas más y voy a retomar la construcción de diecisiete viviendas que había paralizado en Herrera del Duque", comenta.

Más contrataciones

Este constructor asegura que sigue trabajando con la misma clientela que lo ha hecho siempre, y que trabajo no falta. En este sentido, espera que en verano pueda contratar a más personas que en su día tuvo que mandar a casa, algunos de ellos con más de veinte años trabajando en la empresa.

Hace dos meses, Benito León denunciaba: "Si esto sigue así iremos a la ruina, porque la bola crece; no dan financiación a las promotoras ni tampoco hipotecas a quienes quieren comprar las casas". Pasado este tiempo, alberga esperanzas de volver a retomar la actividad que tenía antes de desatarse la crisis económica.

Son dos ejemplos de empresarios que lo siguen pasando mal, pero que reconocen que esa negativa de la banca a facilitar dinero está empezando a cambiar, aunque todavía no pueden lanzar, ni mucho menos, las campanas al vuelo.