Entre 50.000 y 60.000 extremeños se verán afectados por el virus de la gripe A hasta mediados de diciembre, cuando la pandemia alcance la máxima incidencia. Son las cifras previstas por el Servicio Extremeño de Salud (SES). En la actualidad, 13.000 personas han pasado el virus en la región, la mayor parte de ellos niños de entre 5 y 15 años, y el nivel de incidencia ya alcanza los 277 casos por cada 100.000 habitantes. Los datos los ofrecieron ayer el gerente del SES, Ceciliano Franco; y el director general de Salud Pública, Clarencio Cebrián, durante la presentación de la campaña de vacunación de la gripe A, que comenzará el próximo lunes --salvo para las embarazadas, que lo hará dos o tres días después-- y para la que el SES dispone de 234.300 dosis con las que vacunar a los grupos de riesgo: embarazadas, personal sociosanitarios, trabajadores de servicios públicos esenciales y mayores de seis meses con patologías crónicas que les hacen ser posibles afectados.

La vacunación es voluntaria pero los responsables recomiendan a estas personas acudir a vacunarse a los centros de salud y consultorios locales para disminuir la incidencia y las complicaciones que acarrea el virus. Actualmente, los picos más elevados se han registrado en el área de salud de Cáceres, con 350 casos por cada 100.000 habitantes, y los más leves han sido en Mérida (66 casos por 100.000 habitantes). Tanto Cebrián como Franco destacan que en España el número de casos es mucho mayor (una media de 327) y que la gripe A ha producido 88 muertes, dos de ellas en Extremadura.

Cebrián aseguró que con ese número de dosis la cobertura total para los grupos de población de riesgo está garantizada, pese a que el pasado mes la consejera anunció que serían 600.000 vacunas las que llegarían a la región, y que el primer día de campaña estarían disponibles 135.000 (finalmente son 98.730). En todo caso, desde el SES afirman que si fueran necesarias más de esas 234.300 dispondría de ellas sin problemas.

VACUNA SEGURA La vacuna "es segura", insistieron, y tiene reacciones adversas leves como hinchazón o enrojecimiento de la zona del pinchazo y dolor muscular; y para los únicos que no está indicada es para aquellas personas alérgicas al huevo y para los menores de seis meses. Además, se presenta de dos formas distintas para tres grupos de edad; una vacuna monodosis para las personas de entre 6 meses y 17 años; y otra con dos aplicaciones, una a partir de esa edad y hasta los 60 años, y otra para mayores de 60 años.

Lo normal, según el director general de Salud Pública, es que cualquier persona que pertenezca a los grupos de riesgo solicite en su centro de salud ser vacunado, aunque también su propio médico podrá iniciar el procedimiento, y recordó que el cuadro clínico general es de fiebre superior a los 38 grados que dura entre dos y tres días acompañado de síntomas catarrales. Además, respecto a la posibilidad de que las personas que no se incluyen en los grupos vulnerables puedan vacunarse, señaló que se prevé que la vacuna llegará a las farmacias en diciembre y que, en el caso de que el médico lo prescriba, podrá ser inoculado.

Asimismo, aclaró que los objetivos de la vacunación son reducir la mortalidad y la hospitalización por estos casos, minimizar el riesgo de transmisión de los sanitarios a los pacientes, y evitar que se vean mermados los servicios sanitarios esenciales durante la pandemia.

MENOS ALARMA Por otro lado, Franco considera que "se ha rebajado la alarma social" generada hace unos meses con los primeros casos de contagio, pero no cree que eso derive en una relajación de los ciudadanos a la hora de vacunarse, porque la población ha alcanzado una "madurez" a la hora de afrontar la enfermedad y "los ciudadanos van a responder bien", al tiempo que destacó que "los profesionales van a actuar bien".

En ese sentido, el gerente del SES resaltó que la vacuna "cumple todos los requisitos de seguridad" e insistió en la recomendación de vacunarse "para disminuir la incidencia del virus y las complicaciones que genera".

En otro orden de cosas, la campaña de gripe común ha terminado con una incidencia similar a la de los últimos años.