No se anda con chiquitas. Con un cuerpo a cuerpo demoledor y una excelente preparación en el ámbito de la hacienda pública, durante los 10 años que ha dirigido los designios de la economía andaluza ha utilizado estas armas para imponer su férrea voluntad pesara a quien pesara, llegando a sembrar la desconfianza entre sus compañeros de Gobierno por su actitud arrogante y el favoritismo con que siempre la trató Manuel Chaves.

Para Alvarez, nacida en San Fernando (Cádiz) hace 51 años, habrá un antes y un después de la llamada de Zapatero. En su impecable trayectoria, un único borrón: la guerra de las cajas de ahorro andaluzas.