Decidido a no caer en el desánimo por la mala situación económica, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, detalla en qué consiste su gran solución para este gran problema : un "gran pacto social y político" que, según defiende, nada tiene que ver con "nebulosas". De este y del resto de los temas principales de la legislatura hace con EL PERIODICO su primer balance, una vez superado el ecuador.

--Inició el Debate sobre el Estado de la Región cuando faltaban "dos años menos una hora" para el aniversario de su investidura. Puede sonar a condena, ¿lo es, por la crisis que le ha tocado?

--En absoluto. Es verdad que cuando comenzó la legislatura yo preveía que algunas cosas no iban a ser igual --de hecho, en la formación de mi Gobierno lo tuve en cuenta--. Había ya una cierta convicción de que el sector de la construcción había tocado techo, pero no esperábamos una tormenta financiera mundial. Pero para mí está siendo una experiencia muy dura, pero también muy interesante. Cuando todo va bien, las cosas son más fáciles; cuando van como van de complicadas, son más difíciles, pero uno crece como persona y como político.

--Pero en ese escenario ¿se pueden cumplir las promesas? En su entrevista por su primer aniversario de Gobierno dijo que las había cumplido "en un año difícil". Ecuador de la legislatura, ¿mantiene esa afirmación?

--Lo que es evidente es que en un escenario de crisis mundial, con las previsiones que dan todos los indicadores económicos, con un decrecimiento económico es imposible producir empleo. Ya lo he dicho y no tengo temor en repetirlo: me presenté a las elecciones ofreciendo un empleo que en estos momentos es muy difícil poder cumplir en un plazo razonable. Ahora estoy trabajando para que ese compromiso se pueda cumplir algún día.

--Se le ha reprochado mucho esa promesa de los 60.000 empleos. ¿Cómo la actualizaría?

--Que esos 60.000 empleos puedan ser posibles en un futuro y para eso hay que hacer muchas cosas.

--¿En esta legislatura?

--No, no, no. Hay que tener en cuenta que los indicadores actuales prevén que el año próximo va a ser de crecimiento negativo, aunque algún estudio ya da para Extremadura un crecimiento del 0,5%, pero con eso no se crea empleo. Pero es que, con la tormenta financiera, si no cambiamos las cosas, nunca sería posible registrar un crecimiento importante de empleo en la región. A eso me estoy dedicando en cuerpo y alma. Por eso propuse en el último Debate sobre el Estado de la Región algo que son decisiones excepcionales, pero imprescindibles para momentos excepcionales: hay que cambiar cosas del modelo económico si queremos dar respuesta a la gran pregunta: ¿yo en qué voy a trabajar?

--En ese debate se esperaban grandes propuestas y sorprendió con un "gran pacto político y social". ¿Se le han acabado las ideas?

--No, porque yo no di solo una propuesta de gran pacto, sino también 25 sugerencias, como un plan energético que va a dar empleo a unas 15.000 personas, una apuesta por la ciencia y la tecnología con una ley que va a ser pionera en España, una revolución en el tratamiento que la Administración le da a las empresas --cambiando el "si usted no me demuestra lo contrario, no cumple" por "si yo no le demuestro lo contrario, usted cumple"--. No fue solo el ofrecimiento de un gran pacto para buscar una salida, sino porque son tan importantes las cosas que hay que cambiar, que necesitan de un amplio consenso social.

--¿Cuándo va a ponerse en marcha ese pacto? Parece que el PP comienza a sentirse marginado.

--Se puso en marcha el lunes, con la primera reunión con los agentes sociales, con los que trabajaremos hasta septiembre. Porque el calendario --parece que el PP no lo ha entendido-- es el de un pacto "social y político", o sea, tiene un primer tiempo para que salga un documento de la Mesa del Diálogo Social, que después abriremos a otra parte de la sociedad --universidad, entidades financieras...-- y en diciembre irá al Parlamento.

Allí se debatirá y pactará, pero quiero construir desde abajo para llegar a un pacto político que sea consecuencia del diálogo. Y el PP se queja de que lo vamos a "llevar cocinado"; no, porque con los que hablo les dejo claro que el final es un acuerdo político en el Parlamento. Porque lo que estoy proponiendo no es para los dos próximos años, es para el futuro y creo que debe haber un amplio consenso.

--Entonces, por definir: ¿lo que se apruebe en el Parlamento, en razón de ese diálogo, va a ser la locomotora de la acción política?

--Eso es. En este tiempo nuevo que estamos viviendo. Y no van a ser cosas abstractas. Una de las indicaciones que les he dado a los agentes sociales y a quienes estén trabajando en este tema son 10 o 12 cosas muy concretas en las que trabajar para cambiar el modelo productivo y que se puedan evaluar.

--Parece que en este pacto social, al abrir la discusión a ámbitos no estrictamente políticos, se perdiera la figura del partido como intelectual orgánico. Como si el PSOE diera un paso atrás para que la locomotora de la acción política no fuera la discusión del partido que tiene la obligación de gobernar.

--Soy el secretario general del PSOE de Extremadura. Por tanto, no he dado ningún paso atrás, lo he dado hacia delante como presidente de la Junta y máximo responsable del principal partido de la región.

--¿Pero no desdibuja al PSOE?

--En absoluto. Lo que ocurre es que en estos tiempos, el ciudadano --que es de donde a mí me surge esta idea después de hablar con mucha gente (y eso no es hacerse fotos)--, me pregunta: "¿no son capaces de ponerse de acuerdo entre tres o cuatro cosas?" En la última encuesta del CIS, los políticos son el quinto problema de la gente, cuando yo creo que debemos ser la solución. A lo mejor, el ciudadano empieza a estar cansado del político incapaz de mirar al futuro y pensar en el interés general, por encima de lo que pueden ser sus intereses particulares. Cada

uno tiene su tiempo y al PSOE le toca, como al inicio de la autonomía, tirar del carro, pero no lo queremos hacer solos, sino con mucha gente.

--¿Esa propuesta no podría ser interpretada como que tenga la sensación de estar perdiendo el crédito de los ciudadanos? Los resultados de las elecciones europeas no fueron los mejores para el PSOE, ¿ha hecho autocrítica?

--Autocrítica no, hemos hecho reconocimiento de lo ocurrido.

--Ha perdido 135.000 votos el PSOE respecto a las autonómicas.

--Claro, pero porque ha habido 250.000 votantes menos. Se pierde cuando lo ganan otros. Hemos perdido votos en tanto en cuanto la participación ha sido del 51% y en las autonómicas fue del 78%; ha habido un 27% de la ciudadanía que ha decidido no ir a votar.

--¿Eso no le interpela?

--Cómo que no, claro, hemos hecho nuestras valoraciones internas, pero no es ahora diferente a las últimas europeas cuando se hicieron solas. Hemos sacado más de un 49% de los votos, es decir, que de cada dos votos, uno ha sido nuestro. Lo que sí hemos analizado es ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, sitio por sitio, pero no las elecciones europeas, sino las series.

Respecto a lo personal, sobre si puedo estar perdiendo un poco de crédito, no estoy preocupado. No están en juego los votos, está en juego el futuro, y luego el ciudadano que decida cada cuatro años lo que es lo mejor. Solo faltaría que uno estuviera actuando en el día pensando en los votos, sería la mejor manera de equivocarse.

--Pero en esos resultados el PP aprecia un cambio de tendencia.

--No sé de dónde sacan esa satisfacción: han pasado del 43,2 al 43,7% (último resultado de las europeas). Que cada uno saque sus conclusiones, pero algo debería preocuparles cuando en España ganan por cuatro puntos y aquí pierden por seis. En cambio, el PSOE extremeño saca 11 puntos más que a nivel nacional (49% sobre el 38% del conjunto del país). Me sorprendió la alegría que demostraron tras las elecciones, pero el tiempo y, sobretodo, el trabajo ponen a cada uno en su sitio.

--Pasado el primer escollo de la financiación. ¿Qué hemos ganado y qué hemos perdido?

--Hemos entrado en una dinámica, para mí un poco diabólica, en la que solo ganas si superas al de al lado y donde algunos no quieren ganar, sino vencer. Creo que hay cosas que hemos ganado todos y otras que ha ganado Extremadura. Hemos ganado todos porque es un modelo mejor que el anterior, puesto que pondera la población real de España, pondera con más peso la dispersión y el envejecimiento --que lo habíamos pedido-- e introduce la densidad de población --que es una vieja reivindicación de Extremadura--. Además, hace seis meses corríamos el riesgo de que el modelo contemplara el esfuerzo fiscal, que era gravísmo, y que no sea así creo que lo hemos ganado todos.

Además, Extremadura ha ganado peso, pasando de un índice de 117 a 121. La diferencia entre lo que somos en financiación y en población ha aumentado, con lo cual, hemos ganado en peso, y la población nueva se valora de forma importante (casi cuatro o cinco veces más que la media). Y luego está la antología del disparate, que es lo que todo el mundo dice que ha ganado, y yo no participo en eso, porque la gente no está diciendo la verdad. ¿Por qué la gente intenta vender que ha ganado más de lo real? Porque no quieren decirle a la gente que estamos contentos porque esto ha terminado bien, sino estamos contentos porque era una batalla y la hemos ganado. Hacemos política desde la épica y yo creo que la gente no está por eso.

--¿Qué ha sido de esa batalla en la región? ¿Se ha roto algo con el PP?

--Es que no tengo mucho interés en hablar del PP.

--¿Nada de lo que hace es interesante?

--No, porque en democracia el Gobierno gobierna y la oposición controla al Gobierno. Pero esta sensación que aquí hay de que yo me tengo que estar pronunciando por lo que hace el PP no tiene sentido.

Aquí había un pacto, de diciembre, que yo propuse ampliar con algo que no lo desvirtuaba y ellos pidieron algo que era imposible de cumplir, porque era ignorar que España ha crecido en 6,5 millones de habitantes. Lo que querían era romper, pero sin romper. Igual que al debatir el modelo, que ha salido sin ningún voto en contra, o sea que tan malo no será.

El PP tiene que hacer la estrategia que quiera. Yo tengo mi propia opinión sobre lo que representan tantos cambios de criterio permanentes, que a mí a veces me dejan descolocado. En política las cosas serias hay que hacerlas de manera seria, pero no puedes estar sacando criterios nuevos. Puedes hacerlo, pero no le pidas al Gobierno que te siga la pista. Yo no voy a seguir la pista a alguien que por la mañana hablaba del bono verde y por la tarde de la tarta y el queso, y al día siguiente la inmigración.

--¿Hará crisis de Gobierno?

--No la tengo pensada, porque creo que en tiempos como estos los cambios de personas hacen que entren equipos nuevos y yo creo que ahora no podemos permitirnos el lujo de estar ni seis meses, ni tres, ni uno, parados.

--¿Pero ve al Gobierno con capacidad de tomar más impulso?

--Yo estoy contento con el Gobierno. Me gustaría ver a otras personas en una situación como la que estamos viviendo, tan complicada. Estoy satisfecho, porque si no lo estuviera, lo hubiera cambiado, es mi única potestad. Yo despacho todas las semanas con todos los miembros del Gobierno y sé el trabajo que están haciendo y sé valorarlo en su conjunto.

--En una entrevista de balance de los dos años, que nos dejemos el Estatuto casi para el final, ¿es bueno o malo?

--El Estatuto es una magnífica noticia, porque me parece extraordinario. Los presidentes autonómicos somos muy dados a hacer creer que solo existen las autonomías, pero por arriba está el Estado y por abajo los municipios, y este es un Estatuto que apuesta por la cooperación horizontal y por lo local. A mí me gusta mucho y reconozco que se ha hecho un gran trabajo por parte de los representantes del PP y el PSOE.

--De esos dos años menos una hora, ¿con qué momento se queda?

--No me quedo con ninguno concreto, están llenos de momentos. Me quedo con aspectos como que la promoción en educación haya aumentado en cuatro puntos desde el inicio de la legislatura, por el plan de refuerzo educativo. Después, momentos personales hay muchos, he hecho más de 400.000 kilómetros y estoy muy cerquita de llegar al pueblo número 200, he participado en más de 700 actos, es decir, he estado con muchísima gente.

--Y hasta mayo del 2011, ¿cuál es su principal objetivo?

--Ser capaces de construir ese nuevo modelo de crecimiento y dar respuesta a la gente que peor lo está pasando. Los dos objetivos son el día a día de la gente que lo está pasando mal y que lo dejen de pasar mal en el futuro.