Híbrido entre causa y consecuencia, el parón inmobiliario es una de las cuestiones centrales de la actual crisis. Con casi tres décadas de experiencia en el sector, bien lo sabe Manuela Pérez, propietaria de la inmobiliaria homónima en Cáceres. Pero siempre, o al menos en este caso, queda un punto al que aferrarse: el alquiler. "La venta está totalmente estancada desde primeros de este año, pero en torno a la primavera comenzó a subir la demanda de alquileres", comenta, al tiempo que recuerda que "en algún sitio hay que vivir".