E scuchamos un gran estruendo y salimos de la piscina». María José es monitora en El Perú Wellness y Yolanda estaba nadando. Ambas vivieron en primera persona el incidente que generó más revuelo ayer en Cáceres al paso de la borrasca ‘Gisele’ por la ciudad. La profesora se encontraba en la piscina cubierta a primera hora de la tarde cuando un fuerte viento recorrió el centro y en cuestión de un minuto se llevó por delante la placa de aislamiento del tejado de la piscina cubierta donde se encontraba. «Ha venido como un huracán y ha arrancado todo», relata. Tanto ella como el resto de monitores se encuentran en una sala anexa a la zona afectada. Mientras María José recuerda el incidente a este diario, el espacio de natación climatizada se mantiene intacto, pero sufre filtraciones debido por la falta de aislamiento y la lluvia que no cesaba ayer. La monitora, con aparente calma, compartía sus impresiones con el resto de usuarios en el vestíbulo, que se convirtió en el centro de atención para los que estaban presentenes en el momento de los hechos. «Fue un buen susto», recuerda Yolanda.

Más allá de lo aparatoso que pudo resultar, no hubo que lamentar ningún daño personal. Los trabajadores y los usuarios permanecieron en el centro hasta que la propia dirección dio la orden de cancelar todas las actividades previstas para la tarde «por seguridad». De hecho, todos los usuarios recibieron un mensaje que hacía constar que las clases y las instalaciones permanecerían cerradas por «precaución».

Jorge Azcona, propietario del club deportivo, se encontraba en el lugar de los hechos y tras recibir a los bomberos, recorría la calle para advertir a los peatones del peligro. El dueño de El Perú apuntó a este diario que semanas antes habían supervisado la misma zona a causa de los temporales anteriores y se encontraba en perfecto estado. Aludió a una posible racha de viento que había arrancado un tornillo y a causa de ese hecho, se había producido un ‘efecto vela’ en la placa de aislamiento que había provocado el desprendimiento de la chapa. «El tejado de madera está en perfectas condiciones», recalcó.

El suceso ocurrió a alrededor de las 15.20 horas. Minutos más tarde del incidente que alertó a los cacereños por foros y redes, la Policía Local acordonó las calles anexas, Argentina, Eladio Mozas y a última hora de la tarde, también Virgen de Guadalupe. Varias dotaciones de bomberos se desplazaron y comenzaron a trabajar para asegurar la zona, que permaneció cerrada al tráfico y a los peatones durante toda la jornada. Los bomberos prolongaron los trabajos hasta última hora de la tarde con el fin de asegurar el resto de la placa y evitar posibles desprendimientos por las rachas de viento que estaban previstas para la noche. Trabajaron también en tareas de limpieza, en su mayoría, para acondicionar la zona de Eladio Mozas, la calle que da entrada principal al colegio La Asunción -Las Josefinas-. El objetivo ayer era evaluar daños y evitar posibles réplicas. La previsión era reabrir al tráfico hoy jueves. En los próximos días, los operarios llevarán a cabo tareas para reconstruir la placa de aislamiento de la piscina climatizada. De momento, al cierre de esta edición se desconoce cuántos días se prolongarán los trabajos y se reabrirá la zona climatizada de El Perú.