Feliciana Mora, de 61 años, y vecina de Losar de la Vera desde hace ocho años, sintió tal impotencia al oír los informativos de la noche del pasado lunes, en los que se adelantaba que el presidente de los Estados Unidos de América, George Bush, daría esa misma madrugada un ultimátum de 48 horas a Sadam Husein para que abandone Irak, o de lo contrario comenzará la guerra", que decidió coger una simple tienda de campaña, de pequeñas dimensiones, marcharse junto al pilón que hay en la plaza losareña de La Viñuela y declararse en huelga de hambre "por tiempo indefinido hasta que termine la guerra de Irak".

Sabe que su actitud puede significar muy poco a la hora de parar esta y todas las guerras", pero por lo menos se siente más a gusto con su forma de ser y de pensar. Estuvo el año pasado en Irak, lo que le permitió comprobar sobre el terreno los efectos negativos que todavía perduran desde la Guerra del Golfo. Las bombas de racimo habían hecho aflorar las aguas residuales de las cañerías, incluso en zonas donde hay colegios, "ya que de cualquier elemento civil habían hecho un objetivo militar".

Por otra parte, Feliciana, que pertenece a la Plataforma otro mundo es posible Tiétar-La Vera, se emociona de forma especial cuando piensa en las personas que se han marchado a Irak como escudos humanos, entre las que se encuentran Jesús Castañar, Chuchi Zamarra , de Villanueva de la Vera y "un compañero nuestro de la plataforma, de Piedralaves, Antonio Pareja, que se fue este fin de semana".

La verdad es que se le pone carne de gallina , sólo de pensar que "Bush dijo el lunes, que estas personas, que conocemos, también son objetivos militares".

Esto le "impacta demasiado". Por todo ello dice que "sería bueno" que se sumara más gente a la protesta que de momento ha iniciado en solitario, hasta conseguir una acampada, sino numerosa por lo menos significativa, "para que los niños se fijen y aprendan a ser solidarios y tolerantes".

Físicamente Feliciana, se considera "fuerte", aunque reconoce que "esta actitud no está exenta de riesgos". Pese a todo se muestra rotunda y dice que solamente ingerirá "agua e infusiones, en lo que dure la guerra".

Por último dice que la gente de Losar se está comportando muy bien con ella, siendo varias las personas que en la mañana de ayer se acercaron a la tienda donde se encuentra. "Me han traído zumos, pero ahí los tengo para si alguien viene a charlar conmigo y quiere tomar algo."