"Me duele tanto que es como si me estuvieran clavando mil agujas a la vez o me dieran martillazos en la cabeza". Expresar en palabras cómo es un dolor es complicado, es algo íntimo. Sólo el que lo padece conoce realmente el verdadero sufrimiento que conlleva.

Sin embargo, lejos de alejarse de la sociedad, de encerrarse en sí mismos y de no seguir adelante, un grupo de enfermos de dolor crónico decidieron hace ya cuatro años poner en marcha una asociación en Cáceres para "ayudar moral y físicamente a las personas afectadas por el dolor crónico".

Son los enfermos de la asociación cacereña Acedo --su número de contacto es 610256334--, una entidad sin ánimo de lucro que intenta "mejorar la calidad de vida de aquellos que tienen que vivir 24 horas con un dolor". Realizan asistencia informativa sobre las diferentes patologías y fomentan la prevención y la investigación. "Estamos para darnos apoyo mutuo", señala Fidela Fernández, su presidenta.

Paciente de la unidad

"Me dan cariño, ánimos. Me tratan no como una paciente, sino como algo más, como amiga, como compañera". Con estos elogios describe Fidela el trato que recibe en la unidad del dolor de Cáceres. Lleva cerca de un año asistiendo al centro como paciente porque sufre un dolor crónico que le acompaña los 365 días del año, pero asegura que se encuentra mucho mejor gracias al tratamiento que le administran las doctoras y al apoyo de su familia y amigos.

Mari Paz Jiménez, una de las fundadoras de la asociación, convive con una enfermedad crónica que afecta a los músculos y a los tendones, la fibromialgia. Ella también destaca la labor de las unidades del dolor, no es paciente pero apoya la iniciativa. "Creo que el hecho de que se haga hincapié en la formación de los médicos es muy positivo, porque se corta el problema desde el principio y se consigue que no se masifiquen las unidades", señala.

Agustín Martín, otro miembro de Acedo, sufre dolor de espalda desde hace años. Según destaca, están cansados de que les digan que si les duele se tienen que aguantar. "No es cierto, hay mucha técnicas que pueden aliviarnos el dolor. No es una crítica a los médicos,--señala Agustín--, es que el sistema está así.".

En julio de este año, la directiva de Acedo se reunió con el gerente del Area de Salud de SES en Cáceres, Antonio Urbizu, y con el consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara para transmitirle sus peticiones. Pidieron a ambos poner en marcha una piscina terapéutica en el nuevo hospital y poder acceder a ella. También demandaron que desde la Junta se les facilitara asistencia psicológica a los enfermos y a sus familiares.

Efectos del dolor

Según los expertos, el dolor casi siempre se ha presentado como un efecto físico no deseado, pero llega un momento en el que se hace tan persistente que afecta psíquicamente. Esa suma de sensaciones hace que cambien el modo de vida de quien lo padece y de los que viven a su alrededor.

"El dolor crónico va unido a la depresión. Hay días en los que no te puedes levantar de la cama por el agotamiento, ", se queja Mari Paz. Para ella, que lleva años sufriendo, "es difícil convivir con el dolor pero es muy importante aprender a vivir con él".