El sector de la construcción lleva meses mirando hacia un mismo lado: hacia las Administraciones. 2.600 extremeños parados más dentro del sector que a mediados del año pasado son una losa que los empresarios y los sindicatos no se ven capaces de levantar solos. Por eso han pedido en reiteradas ocasiones a la Junta de Extremadura y al Gobierno central medidas que alivien la situación, que den un respiro a una actividad donde no paran de llover los despidos y los expedientes de regulación de empleo.

Por eso saben de lo que hablan. "Claro que hemos notado que hay menor inversión pública", asegura Víctor Valiente, gerente de la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción de Cáceres (Fecons). El explica que la tendencia a la baja es palpable, más en la obra pública (infraestructuras y edificación de centros educativos, sanitarios...) que en la construcción de vivienda protegida. "En vivienda se hace lo que estaba previsto. En Extremadura la iniciativa protegida nunca ha sido llamativa, porque la venta de vivienda libre tenía buen mercado. Pero sí que ha bajado algo. Al fin y al cabo es un ámbito que depende mucho de la demanda, y como ésta se encuentra retenida, tampoco se inician nuevos proyectos", explica.

En el seno de Fecons reconocen que están preocupados por este panorama. Incluso se lo han transmitido así al consejero de Fomento, José Luis Quintana. "Hay un importante paquete de inversiones en el Plan de Infraestructuras, pero deberían tener en cuenta que la construcción de autovías no genera tanto empleo como la edificación. Una carretera la hacen entre apenas tres empresas en una UTE (unión temporal de empresas), pero para levantar un colegio o un hospital hay todo un entramado de empresas auxiliares", insiste Valiente, que muestra ciertas dudas sobre la liquidez que pueda tener la Administración regional en este momento de crisis, con los ingresos por impuestos mermados debido a la caída del consumo y de la actividad en la construcción.

También los sindicatos constatan la relajación de la inversión pública. "Lamentablemente sí es así", lamenta Jacinto Mellado, secretario general de la Federación Estatal de la Construcción (Fecoma) de CCOO-Extremadura. En su caso, reconoce que "el dinero presupuestario es el que hay", pero, coincidiendo con Valiente, pide un cambio en la apuesta de la Junta: "Quizás en lugar de realizar un esfuerzo tan grande en carreteras y líneas férreas, ahora deberían apostar con más fuerza por la edificación. Lo que toca ahora es replantear la situación". Eso sí, pide cautela: "Las cosas se hacen de forma racional, no se puede hacer po hacer. No nos debemos comer todo el pastel de golpe".

Desde ambas organizaciones esperan que la inversión pública crezca en la segunda mitad del año y en el 2009, aunque Valiente apunta a un factor que ha podido generar un pequeño retraso en las licitaciones de los últimos meses. "Acaba de entrar en vigor la nueva ley de contratación pública y eso puede haber paralizado algunos proyectos".