Su interés por el medioambiente y por que el pueblo de su marido, Granja de Torrehermosa, fuera más verde y tratara mejor la basura le llevó a formar parte de la lista del PSOE --el partido al que estuvo afiliada en Alemania-- en la localidad pacense durante las pasadas elecciones municipales. Está jubilada y aunque viaja a menudo a su país, donde es autora, no se lo pensó. Desde el 2007 forma parte del gobierno local desde la oposición --gobierna un grupo independiente-- y en Extremadura ha conocido una política que no le agrada en absoluto.

"En el pueblo existe un rencor grande entre los políticos de los diferentes partidos. El líder del PSOE fue al alcalde anterior y el gobierno actual no se ha portado como tal", comenta desencantada. En Bispingen (Alemania), donde Heidrun residía mientras ejercía como presidenta de la comisión obrera en Telefónica --que era una empresa estatal--, un puesto que le obligaba a estar metida en política sin ostentar ningún cargo, "había más respeto entre los candidatos, aquí abunda la discusión y el rencor", comenta.

Además, por su situación personal se ha sentido presionada. "Mi marido es concejal del PP en el pueblo y para nosotros es algo normal pero nos ha traído problemas aquí. Tenemos las mismas ideas para el pueblo y eso es lo que cuenta por que la política local es diferente", explica, "pero las presiones cansan mucho". Esta experiencia ya le es suficiente para no volver a optar al gobierno local. "Estaré en el partido y buscaré candidatos jóvenes, pero es tiempo de gente nueva". En Alemania tampoco se lo plantea, aunque si regresa definitivamente --allí viven los tres hijos del matrimonio-- volverá a afiliarse al PSOE --Partido Socialdemócrata de Alemania, PSD--; mientras, aguantará en la oposición en Granja, "un pueblo muy especial" para toda la familia.