Osama bin Laden ya tiene a quien legar el liderazgo de Al Qaeda, la organización terrorista que perpetró los atentados del 11-S. Se trata de su hijo Saad, educado para sucederle, que forma parte ya de la cúpula que dirige la red terrorista desde Irán, según aseguró ayer el diario The Washington Post.

Con sólo 24 años, Saad figura entre los hijos mayores de Bin Laden, cuya descendencia supera las dos docenas con cinco esposas. El joven podría haber hecho ya su bautismo de fuego pues, según fuentes del espionaje europeo y de EEUU citadas por The Washington Post, estuvo en contacto con una célula de Al Qaeda en Arabia Saudí poco antes del atentado suicida que el 12 de mayo causó 35 muertos en Riad.

REFUGIADO EN IRAN

Saad nació en Arabia Saudí, pero se encuentra en Irán, fuertemente protegido por un contingente de hombres armados que no responde ante el Gobierno de Teherán sino ante los ayatolás más radicales.

El Ejecutivo saudí, que asegura haber intentado que Irán extradite a Saad y a otros integristas presuntamente implicados en el atentado de mayo, calcula que unos 400 militantes de Al Qaeda están refugiados en territorio iraní.

La CIA y el FBI tienen su punto de mira puesto en el joven Bin Laden desde el año pasado, cuando llegó a Irán y comenzó a tomar parte en la dirección de Al Qaeda. Previamente, había estado en Afganistán con su padre, donde fue entrenado desde pequeño para su futuro papel.