Un incendio en el archivo de las historias clínicas obligó ayer a evacuar del hospital de Mérida a unos 80 enfermos y a desalojar el ala derecha del edificio, al penetrar el humo en las habitaciones a través de los conductos del aire acondicionado. El siniestro, en el que no hubo que lamentar daños personales, ocurrió a la 1.45 horas.

Desde el hospital se alertó al 112 que movilizó a bomberos de Mérida, Castuera, Villafranca de los Barros, Puebla de la Calzada y Almendralejo; a dotaciones de la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local; dos helicópteros del Servicio Extremeño de Salud (SES); 5 ambulancias con UVI y a Cruz Roja, que llevó al lugar 9 ambulancias y 30 voluntarios.

Sobre las 2.30 horas se constituyó un gabinete de crisis dirigido por el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y que contó con la participación de los consejeros de Sanidad y Presidencia, Guillermo Fernández Vara y María Antonia Trujillo, respectivamente, y el director del SES, Francisco García Peña, quienes activaron el Plan de Emergencia. A ellos se sumaron el delegado del Gobierno, Oscar Baselga, y el alcalde de Mérida, Pedro Acedo.

En un primer momento se pensó en un desalojo completo del hospital, en el que había unos 250 pacientes, para lo que en una hora se desplazaron 100 ambulancias y se reservaron 160 camas en los hospitales de Badajoz, Zafra y Cáceres.

Mientras tanto los bomberos, unos 40, seguían la lucha contra el fuego en el sótano donde se almacenaban los archivos con las historias clínicas de Consultas Externas, un edificio de tres plantas, inaugurado hace casi dos años. En total se quemaron 70.000 historias clínicas de las 200.000 archivadas.

El fuego no pudo ser apagado hasta nueve horas después de detectarse. Los bomberos accedieron al archivo, de unos 150 metros cuadrados, practicando un agujero en uno de los muros. Para sofocar las llamas se utilizó espuma, que se introdujo a través de los extractores de humo. Las labores de extinción se vieron dificultadas por el humo provocado por el material que se quemó, sobre todo radiografías, que impedía la visibilidad, y porque la temperatura en el interior del sótano superaba los cien grados.

El consejero de Sanidad manifestó sentirse "orgulloso" de como había respondido el dispositivo de emergencia, pero también "preocupado y triste" por lo ocurrido.

En cuanto a las causas, y a falta de los resultados de la investigación, todo apunta a que se trató de un cortocircuito. Pese a que, aparentemente, la estructura del edificio no ha sufrido daños, Fernández Vara señaló que se va a "revisar todas las columnas y pilastras con la empresa que hizo la obra".

La mayoría de los evacuados fueron dados de alta. El resto, 12 en total fueron desplazados a los hospitales Infanta Cristina y Materno, de Badajoz, y Almendralejo.