JUEVES 19: Las empresas extremeñas se plantean la posibilidad de sumarse al paro iniciado en el País Vasco el 27 de julio.

VIERNES 20: Las negociaciones entre las empresas de grúas y la patronal de las aseguradoras se bloquean y se convoca una nueva reunión en Madrid para el martes 24.

MARTES 24: Se rompen definitivamente las negociaciones y la asociación extremeña de empresas de auxilio en carretera convoca una reunión en Mérida para estudiar cómo se realizarán los paros en la región. Madrid, Aragón y Cataluña deciden sumarse a medianoche al paro general del País Vasco y el resto de comunidades, al igual que Extremadura, aplaza su decisión hasta el miércoles.

MIERCOLES 24: Las empresas extremeñas deciden iniciar una huelga general indefinida pasada la media noche. Las relaciones entre gruistas y aseguradoras son cada vez más tensas y el paro se extiende a todas las comunidades. Al final del día sólo Canarias tenía claro que no secundaría la huelga. Se establecen servicios mínimos en Extremadura.

JUEVES 26: Los ayuntamientos de las principales ciudades de la región prestan sus grúas para paliar los efectos de la huelga. Nueve grúas están a disposición de los extremeños --cuatro en Cáceres, dos en Badajoz, una en Plasencia, una en Mérida y una en Almendralejo--, a ellas se suman los vehículos de apoyo para la retirada de automóviles que prestan los parques de bomberos de las dos diputaciones. La Federación de Municipios y Provincias de Extremadura anuncia un encuentro para analizar la situación. A última hora del día los empresarios se muestran abiertos a desconvocar la huelga.