Aradezco el gesto de que el Consejo de Gobierno me dé la Medalla de Extremadura, pero no soy merecedor de su contenido", afirmó el expresidente Rodríguez Ibarra en el discurso de recepción del máximo galardón que otorga la Comunidad Autónoma y minutos después de que la recibiera de manos de un emocionado Fernández Vara. Ibarra agradece el gesto porque no consiente que se haya dicho que el Consejo de Gobierno era "injusto" porque no le concedía la Medalla. Y no se siente merecedor de la misma porque "se le otorga a quienes hayan hecho labores extraordinarias a favor de Extremadura, y yo solo las he hecho ordinarias. Ha sido mi mujer la que ha hecho lo extraordinario para que yo pudiera hacer lo ordinario". De hecho, afirmó que su único mérito había sido "ser el primero" --y añadió: "el mejor será Fernández Vara, que tiene un corazón a prueba de bombas"-- y situó "su gran éxito" cuando en 1997 apostó por la sociedad de la información, si bien "su fracaso" respecto a este tema ha sido que ese reto solo lo vio el presidente autonómico actual.

Ibarra había comenzado sus palabras afirmando que para él el 21 de mayo del 2008 será una fecha inolvidable. Si, en ese momento los presentes pensaron que la fecha permanecerá en su recuerdo porque fue el día que se colgó la Medalla de Extremadura del cuello se equivocaron. No será recordable mientras viva por eso, sino porque cayó la cúpula de ETA. Y es que en su discurso, el expresidente tuvo siempre presente media docena de referencias y, de ellas, una de las principales fue la lucha contra ETA de la policía y la Guardia Civil, "con quienes he llorado sus muertos".

Ibarra dedicó la Medalla "a todos los que han trabajado conmigo" en el tiempo en que ocupó la Presidencia, y defendió que se le otorgara también a la Reina, que "ha hecho mucho" por la región.

MANOS E INTELIGENCIA Por su parte, Guillermo Fernández Vara manifestó que Rodríguez Ibarra ha destacado "por la coherencia" y porque "ha sido una referencia incluso para los que no le han votado", encarnando "la voz" de Extremadura. En un rápido resumen de la gestión de Ibarra, comentó que hoy hay 115.000 personas más trabajando en la región que cuando éste tomó las riendas del gobierno en 1983. En el recorrido por el mandato de Ibarra, Vara aludió a que en los 80 destacó la preocupación por las infraestructuras rurales; en los 90 el impulso al diálogo social y el crecimiento empresarial, así como la gestión de la riada que sufrió Badajoz, y la apuesta en sus discursos por la cooperación con el Tercer Mundo y la Sociedad de la Información, y en la década actual por la vivienda accesible y los cuidados paliativos. Para el presidente, cuando Ibarra llegó a la Junta "lo más importante eran las manos, y ahora "lo importante es la inteligencia y el talento".

DISCURSO INSTITUCIONAL Antes, en el discurso institucional conmemorativo del 25 aniversario de la constitución del primer parlamento, el presidente de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira, destacó que la Cámara ha sido capaz de desarrollar "una personalidad propia y distinta de los parlamentos de otras regiones". Asimismo, resaltó que la experiencia parlamentaria acumulada "ha reforzado nuestra identidad" y las leyes aprobadas en este tiempo "han contribuido a modificar nuestra tierra".

La Extremadura actual, que tiene "aromas de modernidad", ha sido el fruto del esfuerzo colectivo de toda la sociedad y, en este período, según la declaración, los diputados regionales han trabajado en las leyes que en cada momento han dado respuesta a la realidad regional.

Ferreira comentó que la Asamblea "renueva su espíritu de servicio y expresa su optimismo ante el futuro". Del mismo modo, explicó que la idea a destacar es que el progreso material y cultural alcanzados en Extremadura es el resultado "del esfuerzo colectivo".