El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, abogó ayer por un modelo territorial descentralizado y diverso en España, basado en la cooperación entre regiones y de éstas con el Gobierno central, y aseguró que "no se puede ser nacionalista y de izquierdas" porque, argumentó, el nacionalismo "sea periférico o español" es siempre excluyente. Asimismo, instó a que los partidos nacionalistas queden excluídos del Congreso, "porque sólo representan a una parte del territorio", y queden relegados al Senado, que se convertiría en Cámara de representación de las autonomías.

En su discurso en la Asamblea para definir su modelo de Estado, Ibarra indicó también que "Extremadura se opondrá a un sistema de financiación que se base en pagar según renta y repartir por territorios", y agregó que "es una contradicción decir que se es socialista y defender un sistema de balanza fiscal que es clasista e ignora la realidad, porque quienes pagan son los ciudadanos, no los territorios".

A su juicio, y tras la evolución autonómica de los últimos 20 años, es hora de plantear reformas "porque se sigue actuando con mirada de Estado centralista", y se ceden competencias sin un modelo definido, sino que "cada uno va a lo suyo".

REFORMA DEL SENADO Según indicó, las reformas pasarían por aceptar la inclusión en la Constitución del nombre de las comunidades "pero no para poner cada uno lo que quiera en función de una historia inventada o real", la redefinición de las competencias del Tribunal Supremo y de los tribunales superiores de justicia de cada región, la revisión del Senado "para que articule la cooperación entre autonomías", y la presencia de las comunidades en los debates de la UE cuando la Cámara Alta lo considere necesario.

Del mismo modo, reclamó un cambio total en las conferencias sectoriales "que ahora dependen del humor del ministro o ministra de turno", para que sean convocadas a instancias de los consejeros autonómicos. Finalmente, señaló que sería conveniente que las actuaciones del Gobierno que sólo afecten a un territorio sean ejecutadas por el Ejecutivo regional, al que se transferirían los recursos necesarios, y puso como ejemplo la ejecución de la autovía entre Cáceres y Trujillo.

REFORMA DE LOS ESTATUTOS Por otro lado, reiteró que Extremadura no tiene planteada en este momento ninguna reforma del Estatuto de Autonomía, pero señaló que las comunidades que lo quieran plantear, "tendrán no sólo que aprobarlo en sus parlamentos, sino sacarlo adelante en el Congreso", aunque advirtió de que "algunos nacionalistas tendrán una actitud antidemocrática y si no se les aprueba en el parlamento nacional, aunque eso implique una reforma de la Constitución, querrán romper las reglas del juego y hacer un referendum".

En el mismo sentido, indicó que la financiación autonómica "no está ahora en el debate", pero que, si se plantea, "la Junta mantendrá la postura de que el Consejo de Política Fiscal y Financiera no es el sitio adecuado para ello, porque es un órgano asesor del Gobierno, sino que debe discutirse en el Senado, con luz y taquígrafos, y poniendo primero las necesidades y luego la asignación de recursos".

Al hilo de este asunto, apuntó que "no se puede arreglar el déficit sanitario de unos y no el de otros", y manifestó que "habría que ver si las causas del déficit son cambios demográficos, decisiones del Gobierno central que luego pagan las comunidades o decisiones de los Ejecutivos autonómicos, porque en este último caso, debe pagarlo la propia comunidad".

Finalmente, y tras anunciar que dará su apoyo a la Constitución Europea, mostró su preocupación por las posturas, a su juicio nacionalistas y excluyentes aunque desde distintos enfoques, de PP e IU, y culpó a los populares de tensiones territoriales como el Plan Ibarretxe, "porque durante ocho años no permitieron que se abriese el debate territorial, amparándose en la mayoría y sin tener en cuenta las opiniones de las minorías", lo que habría provocado la radicalización de las posturas.