El presidente de la Junta apuntó ayer, sin nombrarlo, al empresario jerezano Alfonso Gallardo como el promotor de la refinería de petróleo que se instalaría en Mérida, cuya inversión supera los 900 millones de euros, y añadió que se cuenta ya con un socio financiero y otro tecnológico a los que no identificó.

Rodríguez Ibarra explicó que este proyecto "va por buen camino" y aludió indirectamente a Gallardo al comentar que "la persona que está intentando llevar esto adelante ya tiene una fama en España que la gente comenta: ´si éste dice que va hacer una refinería, la hace". Añadió que "cuando la cementera (de Alconera) hubo una bronca tremenda para no se hiciese, y se abre en el mes de diciembre, pese a que tenía a las multinacionales en contra, presentando recursos y tratando de montar cementeras de mentira".

En este momento, según comentó, ya se cuenta con el socio financiero que se buscaba "y hay más de uno", y con el socio tecnológico, "que también hay uno, y tres o cuatro más en la cola".

OBJETIVO 1 El presidente extremeño citó, entre los beneficios que podría tener la refinería, que la gasolina y el gasóleo bajarían de precio en Extremadura, "porque la gasolina no cuesta lo mismo en las zonas costeras, que es por donde entra el petróleo y suelen estar las refinerías, que en el interior, donde es más cara".

Asimismo, indicó que sólo con la facturación de esta instalación Extremadura podría superar la renta del 75% de la media europea, con lo que dejaría de ser Objetivo 1 (regiones de la UE con nivel de renta media por debajo del 75% de la europea, y que por ello reciben más fondos). "Seguramente alguno (en alusión al presidente regional del PP, Carlos Floriano) se llevaría entonces una alegría, porque dicen que ser Objetivo 1 es una desgracia, mientras que Fraga (presidente de la Xunta de Galicia) está haciendo lo posible por seguir siéndolo, porque Fraga sabe lo que hace y los de aquí no tienen ni idea de lo que hablan".

2.500 EMPLEOS La refinería, ya anunciada por Rodríguez Ibarra en su debate de investidura, se ubicaría posiblemente en Mérida, con el fin de aprovechar el oleoducto desde Puertollano.

Según la memoria del proyecto, en poder de este diario, la construcción duraría entre dos y tres años. Cuando estuviese en funcionamiento daría medio millar de empleos directos y 2.500 indirectos, de los que una gran parte serían de alta cualificación tecnológica, lo que garantizaría la calidad de los empleos.

Las multimillonarias cifras que se manejan en esta iniciativa hablan de una inversión superior a los 900 millones de euros, que serviría para que la instalación se situase en la gama alta , es decir, entre las refinerías que provocan un impacto medioambiental menor, con el aprovechamiento del crudo para elaborar en torno a 200 subproductos.

En cuanto a la facturación, se estima que rondará los 3.000 millones por año, lo que supone que la inversión se amortizaría en un plazo razonable.

Del mismo modo, la memoria del proyecto apunta que sería necesario construir un oleoducto de 225 kilómetros desde Mérida hasta Huelva, en cuyo puerto descargan el crudo los buques, y que resultaría conveniente plantearse la construcción de un segundo oleoducto hacia Lisboa, que sirviese tanto para el abastecimiento de crudo desde el puerto portugués a la refinería como para dar salida a los derivados del petróleo hacia el mercado luso, logrando así una segunda vía de salida de los productos del refino, que, en todo caso, siempre tendría asegurada la salida hacia Madrid a través del mismo oleoducto que ahora trae los derivados desde Puertollano.