El debate sobre el Estatuto de Cataluña duraba ya más de dos horas cuando el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que se había declarado "preocupado" por muchos de sus puntos, dejaba clara su auténtica opinión. Apoya el voto afirmativo al texto catalán, dijo, "por disciplina de partido, pero no estoy de acuerdo con este Estatuto".

De esta forma aclaraba su postura y respondía al presidente del PP, Carlos Floriano, que le acusó durante el debate celebrado ayer en el Parlamento regional de "hablar mucho" pero "no hacer nada" para frenar un texto que, según reconoce, "le preocupa mucho".

Antes de admitir su rechazo al fondo del texto catalán, Rodríguez Ibarra acusó a los populares aprovechar el Estatuto de Cataluña para buscar su "desgaste político" utilizando para ello un "discurso victimista". Así, el dirigente regional afirmó que la opinión del PP de que esa norma perjudica a la región "es incomprobable" a día de hoy.

A partir de ahí, y tras hacer un repaso de las "cicatrices" que según él ha sufrido por rechazar el texto que aprobó en su día el Parlamento catalán, el presidente de la Junta analizó "qué cosas podrían habernos perjudicado".

NACION O NACIONALIDAD En primer lugar citó la definición de Cataluña, que "si se hubiera aprobado como salió de Cataluña" hubiera provocado que los extremeños se sintieran "desubicados" en "una nación de naciones". Pero, añadió, "no es nación quien quiere, sino quien puede". A su juicio, con este proyecto la comunidad catalana "entró como nación y salió como nacionalidad".

Otro de los aspectos "preocupantes" es el de la lengua catalana, cuya definición "puede perjudicar no solamente a los extremeños, sino al resto de los españoles que no viven en Cataluña". Sin embargo, apuntó que el nuevo Estatuto lo único que hace es incorporar la ley de política lingüística aprobada por Cataluña en 1998, "cuando gobernaba Aznar".

Sobre la carta de derechos que introduce el texto marco catalán, dejó claro que se refiere únicamente a competencias autonómicas, como ha hecho la comunidad extremeña, por ejemplo, con la ley de información sanitaria y autonomía del paciente.

Uno de los temas más controvertidos, al menos a priori, era el de la financiación autonómica. En este aspecto, Rodríguez Ibarra declaró que el proyecto original tenía un mensaje claro --"Lo mío es mío, y lo demás a repartir"-- que no está en el Estatuto definitivo.

´AMENAZA´ EXTREMEÑA A su juicio, el hecho de que se haya corregido la invasión de competencias estatales en materia de solidaridad y nivelación de servicios "tiene mucho que ver" con el acuerdo alcanzado en la Cámara extremeña que amenazaba con un recurso de inconstitucionalidad si se mantenían esos términos.

Sobre el hecho de que el Estatuto catalán prevea inversiones estatales en infraestructuras equiparables a su participación en el PIB, que calificó de "disparate jurídico", lo comparó con el llamado Plan Extremadura . La diferencia, "que nosotros no lo hemos metido en el Estatuto".

Pese a todo se mostró convencido de que la norma catalana no tiene porqué influir en el modelo de financiación que se empezará a debatir el año que viene y avanzó que propondrá un pacto con PP e IU para ir a esa negociación con un modelo de financiación apoyado por todo el hemiciclo.

PROTAGONISTA DEL ´NO´ También reclamó su papel como "uno de los artífices del ´no´ de Esquerra Republicana", puesto que él "y cinco locos más" habrían conseguido que Zapatero "haya modificado el disparate que salió de Cataluña".

Por otra parte, criticó a Carlos Floriano que muestre su oposición rotunda al Estatuto de Cataluña y no a los de Baleares o Valencia, que son iguales o incluso peores en algunos aspectos, señaló. Asimismo, insistió en que utiliza este asunto sólo para desgastarle políticamente. Finalmente, aclaró su postura: "No estoy de acuerdo con este Estatuto... ni con el valenciano, y menos con el balear". Aún así, lo apoyará y respaldará "por disciplina de partido".

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