El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, apostó ayer porque en las próximas cumbres europeas se "normalice" la presencia de las comunidades autónomas, de forma que éstas puedan poner sobre la mesa todos los temas que afectan a las regiones transfronterizas. Y es que la cumbre hispano-lusa de ayer, celebrada en Santiago de Compostela, pasará a la historia como la primera cita de ámbito transnacional en la que participan representantes autonómicos. En concreto, en la reunión de Santiago estuvieron presentes, además de Ibarra, el presidente andaluz, Manuel Chaves, el gallego, Manuel Fraga, y el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que participaron en el debate de aquellos asuntos que afectaban a estas zonas.

Rodríguez Ibarra explicó que esta iniciativa, que impulsada por él mismo y por Fraga ha logrado el respaldo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es aún "un ensayo" que en el futuro debe "asentarse". A su juicio, la cumbre de Santiago debe servir para que este nuevo modelo de cooperación "se asiente" y las comunidades logren "lo que vienen reclamando desde hace tiempo".

VALOR SIMBOLICO En la misma línea se pronunció el vicepresidente extremeño, Ignacio Sánchez Amor, quien resaltó "el valor simbólico" de este "debut" autonómico en una cumbre bilateral. Para Sánchez Amor, una de las claves para que este sistema funcione correctamente radica en el hecho de que países como Francia o Portugal, que tienen una estructura territorial muy distinta a la española, "lo entiendan" y respeten en lugar de poner trabas. El único punto negativo fue, según reconoció, el escaso margen de tiempo que han tenido las comunidades a la hora de la reunión, puesto que todo se ha desarrollado "con precipitación".

Por su parte, Rodríguez Zapatero calificó de "enriquecedora" la presencia de los dirigentes regionales, al tiempo que recordó que todos ellos son en realidad "representantes del Estado", por lo que sus intervenciones no están destinadas a confrontar con las del Gobierno, sino a complementarlas. Asimismo, incidió en que algunos de los temas tratados fueron impulsados por las propias regiones y recordó que su compromiso de gestión es "gobernar con las comunidades autónomas y tener la mayor coordinación posible".

Manuel Chaves recalcó lo "especial" de la cumbre gallega, puesto que por primera vez los gobiernos autonómicos han estado presentes en un encuentro bilateral en el que se debatieron asuntos que en España son competencias transferidas a las comunidades, como es el caso de la lucha contra incendios o de algunas infraestructuras. A su juicio, el "experimento" fue "positivo y enriquecedor" y debe sumarse a partir de ahora a los órganos de coordinación que ya tienen las comunidades autónomas con las regiones transfronterizas lusas.

FRAGA, ANFITRION El presidente andaluz dejó claro que en este tipo de reuniones "el protagonismo sigue siendo del presidente del Gobierno y de sus ministros". Pese a la valoración positiva, las mayores críticas las realizó Manuel Fraga, quien intervino en la reunión de trabajo entre España y Portugal en nombre de las cuatro regiones presentes. Así, declaró que es necesario que en el futuro los ejecutivos regionales "tengamos la oportunidad de incluir más asuntos de interés autonómico en el orden del día", para lo que sería necesario disponer de más tiempo para trabajar en la cumbre. Para Fraga España y Portugal deben aunar fuerzas para evitar que la Península Ibérica pierda peso en la nueva Unión Europea que, como recordó, "sólo puede crecer hacia el norte y el este".