La idea de construir apartamentos dentro de los campus universitarios para alquilarlos a estudiantes a precios asequibles no es una idea innovadora. Ni ahora ni cuando la entonces ministra de Vivienda María Antonia Trujillo lanzó el proyecto. Porque había una experiencia previa en la que esta iniciativa se apoyó: los 60 apartamentos --con 114 plazas-- existentes en la avenida de la Universidad, en Cáceres.

Inaugurados en el año 2000, su construcción fue fruto de la colaboración entre el Ministerio de Asuntos Sociales, la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Cáceres, que asumió la gestión --actualmente cedida a la empresa Adomi Sacor--. Inicialmente la acogida fue fría --apenas un 20% de ocupación en los primeros años--, pero en los últimos cursos se viene cubriendo completamente la oferta de plazas.

El coste mensual para cada inquilino --universitarios o alumnos de postgrado-- está establecido en 115 euros, más otra cuantía --de en torno 20 euros-- por los servicios básicos (luz, agua)--. Los apartamentos no ofrecen manutención, pero están equipados de baño completo y cocina.

También de titularidad pública son las residencias universitarias Mario Roso de Luna y Muñoz Torrero, ambas en Cáceres. En este caso, la gestión corresponde a la Junta de Extremadura. La primera, próxima al campus, tiene capacidad para 195 estudiantes en pequeños chalets compartidos y habitaciones, por lo general dobles. La segunda está ubicada junto al Complejo Cultural San Francisco y el Hospital San Pedro de Alcántara. Su capacidad es para 176 personas. Su precio es de 290 mensuales por plaza, incluyendo alimentación.

Es el mismo coste que tienen las otras dos residencias dependientes de la administración autonómica: la residencia Juan XXIII, situada en la ronda del Pilar, en Badajoz, y con capacidad para 82 estudiantes; y el Complejo Educativo de Plasencia, fruto de la rehabilitación del antiguo cuartel militar de la Constancia y que, además de acoger las aulas de ciclos formativos y cuatro titulaciones de la Uex, dispone de habitaciones dobles para 38 ocupantes.

Por su parte, la Diputación de Cáceres cuenta entre sus recursos con el Colegio Mayor Francisco de Sande. Ubicado en la zona monumental de la capital cacereña, en una casa-palacio del siglo XVI, comenzó a funcionar en 1988 y tiene capacidad para 74 alumnos --la mitad chicos y la mitad chicas--. Su precio es de 533 euros mensuales.

El resto de la oferta

Igualmente, la Diputación Provincial de Badajoz dispone de alojamiento para universitarios e investigadores. Se trata de la Residencia Hernán Cortés, habilitada para este uso en 1992 en la ciudad de Badajoz, que tiene 74 habitaciones dobles y ocho individuales --146 plazas en total, ocho de ellas reservadas a docentes y personal investigador--. Su precios es de 375 euros mensuales e incluye alojamiento y manutención.

Al margen de estos recursos públicos, también existe una oferta, dentro de la iniciativa privada, de alojamiento en residencias y colegios mayores. En total, hay 1.395 plazas disponibles en la región para este tipo de centros. Curiosamente, ninguna de ellas está gestionada directamente por la Universidad de Extremadura.