El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, estuvo ayer en Mérida, donde mantuvo un encuentro con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en el que debatieron sobre las nuevas medidas económicas planteadas por el Gobierno, y participó en la asamblea de delegados de este sindicato en la región. Entre una y otra cita, atendió a EL PERIODICO EXTREMADURA para analizar el panorama económico y social en la comunidad y en España suscitado tras los recortes aprobados por el Ejecutivo central.

--La crisis ha vuelto a destapar un asunto que afecta especialmente a Extremadura, las ayudas del PER. CiU plantea revisar estas prestaciones a los trabajadores del campo. ¿Qué opinión le merece esta valoración desde Cataluña?

--Hay gente que por electoralismo es capaz de sacarse cualquier cosa de la manga. Lo que hay que hacer es reparar una injusticia de hace muchos años, que es dotar de derechos laborales e incentivos al conjunto de trabajadores del campo, solucionar los problemas de la protección social, como el compromiso nunca cumplido de la integración del régimen especial agrario en el régimen general de la seguridad social, porque eso es también la base para la transformación de las estructuras agrarias. No hay que aprovechar una coyuntura económica como esta para plantear la revisión del PER, para retirarle a la gente los últimos recursos que tienen para atravesar las peores circunstancias laborales.

--¿Considera, como ha dicho el presidente extremeño, que hay que trabajar más y ajustar los salarios en el ámbito de la empresa privada?

--Cada uno es muy libre de hacer demagogia con lo que quiera, pero uno de los problemas que tenemos en España es que muchas empresas están reduciendo el volumen de plantillas en lugar de utilizar mecanismos como la reducción de la jornada de trabajo con compensación salarial externa. Unas situaciones de crisis como esta exigen medidas de caracter excepcional, pero no precisamente el deterioro de los salarios, que va a provocar efectos económicos negativos porque se reducirá el consumo y se destruirá empleo. Que se dejen de ocurrencias y que de verdad traten de articular discursos reales que se acomoden con las necesidades del país.

--La patronal también plantea que las medidas de ajustes se amplíen a la empresa privada

--Hay sectores de la patronal que no miden bien el alcance de algunas decisiones que toman. Por ejemplo, la actitud que han tomado en el convenio del campo, un acuerdo para firmar con un modesto incremento del 0,8% en los salarios se retiran cuando ya estaban preparados para su firma y se plantean una reducción del 5% de los salarios. Ellos han firmado con nosotros un acuerdo, el interconfederal para la negociación de los convenios colectivos. Además, que se dejen de tirar piedras contra su propio tejado, porque quién piensan que les van a comprar los productos que ponen a la venta en los mercados si la gente pierde su capacidad adquisitiva y el consumo cae. No he visto a nadie más estúpido que alguien que arruina sus propias posibilidades de negocio.

--¿Cree que sería bueno para España adelantar las elecciones generales, como se está pidiendo desde algunos partidos políticos?

--Creo que no. Ahora lo que corresponde es tomar actuaciones desde el consenso, en lugar de clamar elecciones porque alguien piense que tiene una oportunidad ahora de ganarlas que a lo mejor dentro de un tiempo no las puede ganar. Lo que hay que hacer es trabajar para intentar establecer acuerdos importantes. En todo caso, el Parlamento es muy libre y la iniciativa le corresponde al presidente del Gobierno, pero creo que no es el mejor momento para ir a unas elecciones anticipadas.

--Se ha dado ya el visto bueno a las medidas anunciadas por Zapatero la pasada semana...

--Ha cambiado el estado de ánimo de la población española. Las medidas supone retirar de la inversión y de la capacidad financieras de las familias 15.000 millones de euros en 18 meses, lo que sin duda va a modificar el escenario de desenvolvimiento de la economía española. Creo que hay una gran indignación en estos momentos en relación con lo injusto y el carácter tan profundamente antieconómico que tienen las medidas. Hay un giro radical en las políticas económicas y sociales que se han venido predicando, y vamos a vivir un tiempo duro, difícil y seguramente de alta conflictividad social. Con la aprobación de esos recortes, la huelga general está más cerca.