--¿Cual es el papel que juega Extremadura en esta Expo?

--Lo que estamos haciendo es presentar Extremadura como un buen lugar de inversión, vendiendo la región como una gran plataforma para adentrarse en el mercado ibérico. También mostramos nuestros productos estrellas como son los agroalimentarios, los derivados de las rocas ornamentales y también los últimos avances que se están llevando a cabo en materia de nuevas tecnologías.

--¿Cómo se ha enfocado la presencia extremeña?

--Se ha pensado mirando sobre todo a Japón, un país donde estamos penetrando en muchos frentes. Allí estamos vendiendo nuestros quesos y nuestros jamones bastante bien. Y es que el japonés es uno de los consumidores más exigentes. El reto es lograr introducir productos diferentes como los últimos avances tecnológicos en materia de software o en rocas ornamentales, donde como ejemplo de hasta donde estamos llegando, hay que saber que el ayuntamiento de Tokio está revestido de granito de Quintana de la Serena. Y todo a pesar de la dura competencia con China.

--Mirando el programa a desarrollar estos días, podríamos decir que la manera de vender Extremadura es diferente a la que estamos acostumbrados, ¿cual es el motivo?

--Nosotros hemos visto esta Expo como el ensayo de una nueva imagen de la región. Podíamos haber venido como lo han hecho otras comunidades, con una representación digna, donde mostráramos nuestro patrimonio, nuestra naturaleza, pero queríamos romper con lo previsible. No queremos mostrar la herencia de nuestros antepasados, sino enseñar lo que estamos haciendo los extremeños ahora. Y esto tiene mucho que ver con la nueva imagen de marca en la que estamos trabajando. Es un ensayo de una nueva manera de promoción de la región, en la que vamos a ahondar.

--En el acto institucional se ha hablado de proyectos de promoción turística en Japón, ¿en qué van a consistir?

--La idea es que consigamos que el Valle del Jerte entre en los circuitos de excursiones de japoneses a España. Algo que creemos posible si tenemos en cuenta lo que les llama la atención nuestros cerezos (son algo diferentes a los de Japón) y el hecho de que Extremadura esté entre Sevilla y Madrid, principales destinos turísticos de los japoneses cuando deciden visitar España.