El equipo de gobierno de Elia María Blanco ha comenzado su segunda legislatura con las pilas más cargadas y, por lo tanto, con más energía. En estos primeros cien días, se ha notado que hay nuevas caras en varias concejalías y esta renovación del equipo ha provocado entre sus integrantes, por lo menos, una ilusión por solucionar los problemas de la ciudad.

Prueba de ello se vio en la reunión que mantuvieron en Piornal a principios de septiembre y que, hasta ahora, nunca antes se había hecho. Allí hablaron de los problemas de Plasencia y planificaron el trabajo de las actuaciones pendientes. Sin duda, entre estos ha destacado el inicio de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), proyecto estrella de esta legislatura, que ha comenzado a andar con la prioridad de dar la mayor participación posible a los ciudadanos. Y es que, el gobierno de Blanco quiere contar, en estos cuatro años, con la opinión de los placentinos y conocer sus preocupaciones. Por esta razón, varios ediles se han reunido a lo largo del verano con los presidentes vecinales para conocer de primera mano sus necesidades, aunque ya algunos se han quejado de que no se han hecho nada aún.

Entre estas quejas, sin duda, la más común hace referencia al problema del tráfico, una cuestión que trae de cabeza a vecinos y políticos. Solucionar el problema de aparcamiento y descongestionar el tráfico parece una misión imposible. Sin embargo, el consistorio ha informado de que se va eliminar la zona azul y se peatonalizará progresivamente el centro. Precisamente, el plan de tráfico era una de las promesas electorales de la Unión del Pueblo Extremeño --UPEx--, cuya coalición y unidad con el PSOE se ha visto también en el inicio de la revisión del PGOU, así que parece que hay buena sintonía entre ambos partidos.

Mientras estos proyectos se cumplen, han inaugurado BiciPlas, un servicio de prestación de bicicletas para no usar el coche, pero muchos dudan de su eficacia por la orografía y la inexistencia de carriles bici. Junto a este proyecto, se han iniciado los trámites para lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad para Plasencia y la construcción de un parque empresarial y tecnológico, entre otros, pero aún quedan por solucionar problemas cercanos como los derivados de la falta limpieza o los ruidos. Es un inicio más esperanzador pero aún son promesas que esperan transformarse en resultados tangibles.