Las incautaciones de heroína, cocaína y éxtasis se dispararon el año pasado en la región, según los datos que maneja el Ministerio del Interior. De forma paralela se redujeron las intervenciones de hachís, aunque en dos importantes operaciones policiales desarrolladas en el primer semestre del 2004 ya se ha incautado el doble de esta sustancia que en todo el año pasado.

Un informe presentado por el Ministerio del Interior ante el Congreso de los Diputados revela que el año pasado se duplicaron las intervenciones de heroína y cocaína, que superaron los diez kilos. Asimismo, estos datos, a los que ha tenido acceso EL PERIODICO EXTREMADURA, confirman que la comunidad se ha consolidado como un importante punto de paso, y de distribución, en las rutas de las redes de narcotráfico.

Especialmente llamativo es el caso de la heroína. Y es que la Guardia Civil y la Policía Nacional lograron recuperar en Extremadura 5,44 kilos de esta droga, un volumen muy similar al de la Comunidad Valenciana, superior al de Castilla-La Mancha (3,82), Castilla y León (1,64) o el País Vasco (2,6) y sólo tres kilos menos que en Cataluña.

RUTA DE PASO Esto, junto a los 5,58 kilos de cocaína intervenidos, viene a confirmar lo que desde hace un tiempo viene reconociendo la Guardia Civil. En concreto, que la N-630 --y ahora la A-66 o Autovía de la Plata-- se ha convertido en una de las rutas elegidas por los narcos para cruzar el país y llevar la droga del sur al norte. Los traslados se realizan tanto en coches particulares como en autobuses regulares, lo que explica que en algunas ocasiones los controles de la Guardia Civil se centren en los autocares de línea.

En este sentido, las fuentes policiales consultadas han confirmado que no hay prácticamente traficantes a gran escala en la comunidad, excepto cuando alguna red ha decidido instalarse en la región para distribuir desde aquí la droga a otras provincias.

De esta forma, en Extremadura es más habitual el menudeo o venta de droga a pequeña escala, una práctica que se concentra en determinados barrios de las principales ciudades. Se trata, por ejemplo, de las barriadas de San Lázaro en Mérida y Plasencia, Aldea Moret en Cáceres o Los Colorines en Badajoz. De hecho, estas zonas se han convertido ya en el punto de abastecimiento de los consumidores de los pueblos de sus respectivas comarcas.

DROGA DE DISEÑO Otro dato revelador es el que se refiere a las pastillas de éxtasis. Aunque la comunidad nunca ha registrado una incidencia importante de las drogas de diseño, lo cierto es que en el 2003 se intervinieron casi 2.400 unidades de éxtasis, siete veces más que en las operaciones del año anterior.

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