Cerrar o no Almaraz. Esa es la cuestión. Frente a los compromisos políticos de cierre de la Junta de Extremadura, los últimos documentos oficiales del Ministerio de Industria no contemplan su cierre en la fecha que marca la caducidad de su licencia de actividad, el 2010. Con estos datos y la previsión del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de no más nucleares, Almaraz parece tener futuro como una garantía para mantener la producción que demanda el mercado energético nacional.

La clausura de la central extremeña ha sido uno de los puntos de debate tanto político como social más reiterados en la comunidad en los últimos siete años.

Los primeros indicios

El primero y más reciente de los indicativos al respecto es la Planificación de los sectores de electricidad y gas 2002-2011 , un documento aprobado hace unas semanas que revisa la anterior planificación energética y marca las prioridades cara a los próximos años. El texto, ya adelantado por EL PERIODICO, deja claro que, en estos momentos, Industria no contempla el cierre de Almaraz antes del 2011.

También resulta cuando menos llamativa la evolución de las opiniones expresadas a este respecto tanto por el PSOE regional como por la Junta. Entre 1999 y el 2004, con el PP en el Gobierno central, dirigentes de la Junta y el PSOE reclamaron en al menos una decena de ocasiones la clausura de la central, mientras que en los últimos meses la postura oficial ha cambiado.

En febrero de 1999 los socialistas apoyaban una moción en el Parlamento regional en la que se reclamaba la clausura de la central. El diputado Francisco Macías llegó a decir entonces que incluso debían acortarse los plazos para que el cierre no fuese más allá del 2008. Apenas un mes después PSOE, Izquierda Unida U y EU se unieron para exigir al Gobierno de Aznar el cierre de la CNA.

En mayo del año 2000 fue Ibarra el que dejó claro que antes de autorizar la instalación de parques eólicos exigiría "que se cerrara la central nuclear" porque la comunidad ya es excedentaria energéticamente.

En abril del 2001 llegaba el que ha sido, hasta la fecha, el pronunciamiento más contundente. El diputado Miguel Madera exigía entonces al Ejecutivo de Aznar que iniciase, en el plazo de un año, "el expediente de desmantelamiento y clausura de la central".

Con el PSOE en Madrid

Una vez que José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones y accedió a la Presidencia del Gobierno la postura siguió siendo la misma. Tanto que el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana, avanzaba que su primera petición a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, sería el cierre de la central en el año 2010.

Pero en los últimos meses parece que algo ha cambiado. La primera expresión pública de ese cambio se produjo el pasado 22 de enero, tras el Consejo Extraordinario de Gobierno de Granja de Torrehermosa. Tras esta reunión el presidente del Gobierno extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, avanzaba un nuevo punto de vista. Ya no se trataba de exigir el cierre de Almaraz, sino de pedir que, si se renueva su permiso de explotación, la empresa cotice en la región. "Si lo hacen así, aceptaremos la prórroga. Si no, no hay prórroga que valga", avisó Ibarra.

Desde esa fecha la postura oficial tanto del PSOE como de la Junta cambiaron y, de hecho, en el último debate parlamentario se constató esa evolución. Por primera vez el PSOE no apoyaba el cierre de Almaraz por motivos que hasta entonces parecían haber pasado inadvertidos: que las competencias corresponden al Estado y no a la comunidad y que de momento no hay alternativas a la energía nuclear.

Un capítulo más que, seguro, no será el último.