Una de las características del empleo en Navidad es la necesidad de incorporación inmediata. La campaña se inicia a finales de noviembre y dura hasta principios de enero y no hay tiempo para esperar a los candidatos.

Pero ese no parece ser un problema para los que buscan empleo en estas fechas. «Si me llamaran, ahora mismo me pondría a trabajar», afirma Juan Lubián, de cincuenta y ocho años, empleado de la construcción. Ha agotado todas las prestaciones y subsidios a los que tenía derecho. Trabaja en una gran empresa, pero llegó la crisis y se cebó con su sector, «la empresa despidió a casi doscientas personas, desde entonces, no levanto cabeza».

Juan es un ejemplo de ese nuevo perfil de trabajador que busca un empleo en Navidad, «de lo que sea», apostilla. Mediana edad, especializado en un sector en crisis en el que no encuentra empleo, que busca trabajo tanto por el servicio público como por empresas de trabajo temporal.

Una historia similar tiene José Manuel Torres, de cuarenta y nueve años. Comenzaría a trabajar «ahora mismo si me llamaran». Una frase que se repite una y otra vez. Perdió su empleo en 2011 con la crisis y, en este tiempo, ha realizado varios trabajos, los suficientes como para cobrar aún algo de paro, pero se le acaba este año. «Y luego qué hago», se pregunta. Jardinero, ha trabajado también en diversas tareas de mantenimiento. Sobre todo, busca empleo en estos sectores.

De perfiles diferentes son Mari Carmen Rebolledo e Isabel Rodríguez. Las dos han pasado por la universidad, la primera hizo un grado en Relaciones laborales y recursos humanos y la segunda es licenciada en Ciencias Ambientales.

Mari Carmen nunca ha trabajado en Navidad y ahora, con veinticuatro años, busca un empleo estas fiestas «en una tienda o lo que salga». Aunque su aspiración es trabajar en lo que ha estudiado «en una gestoría o en empresa de recursos humanos».

El mismo objetivo tiene Isabel. Está haciendo un máster y quiere hacer otro «de biotecnología o calidad de alimentos, pero cuestan mucho dinero». A sus treinta y un años, tiene experiencia de comercial y de teleoperadora, «busco trabajo de lo mío, pero mientras, algo temporal para pagarme mis estudios de posgrado y tener independencia».

Cuatro historias diferentes pero con un mismo objetivo, encontrar uno de esos 8.340 contratos que se prevé crear estas fiestas.