Como Lorenzo Sanz y Florentino Pérez, Juan Miguel Villar Mir (Madrid, 30-9-1931) forma parte de esa estirpe de constructores madrileños más conocidos entre el gran público por sus vínculos con el palco del Bernabéu --fue vicepresidente económico del Real Madrid-- que por sus multimillonarios negocios inmobiliarios. A sus 72 años, este ingeniero de caminos, principal beneficiario de las obras de la Autovía de la Plata en Extremadura, ocupa el puesto número 23 entre los hombres más ricos de España y ha logrado edificar un grupo industrial que lleva sus apellidos, presente en sectores tan variopintos como la construcción (OHL), los fertilizantes (Fertiberia), la energía (Hidrocantábrico), las ferroaleaciones (Ferroatlántica) o la minería (Cuarzos Industriales).

Villar Mir pasa por ser un constructor afable a la hora del diálogo y extremadamente áspero en la negociación. Sus compañeros de negocio hacen aseveraciones tales como: "Es un empresario listo, quizá demasiado" o "Es un especialista en comprar empresas a punto de fenecer y levantarlas; la incógnita es de dónde saca los recursos".

Buceando en su biografía se pueden encontrar claves sobre sus habilidades. Su formación como doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y licenciado en Derecho le permitió ser subdirector general de Puertos y Señales Marítimas en 1962, desde donde dio el salto en 1964 al cargo de director general de Empleo. En 1968 ocupó la presidencia de Hidro Nitro Española y de Altos Hornos de Vizcaya, antes de volver al Gobierno, esta vez como ministro de Hacienda y vicepresidente económico del primer gobierno monárquico, en 1975, presidido por Arias Navarro. Llevó la cartera seis meses e impulsó el proyecto de ley del IRPF.

Desde entonces empezó a cimentar una carrera empresarial meteórica que tuvo como punto de inflexión 1987, cuando funda el grupo empresarial con su nombre, un holding que en el 2000 alcanzó un beneficio neto de casi 9.000 millones de pesetas (54,2 millones de nuestros euros).

Amigo de la familia Botín y asesor del Ministerio de Obras Públicas, Villar Mir emergió al ser precandidato a la presidencia del Real Madrid en 1994. Finalmente se integró en el equipo de Ramón Mendoza y fue vicepresidente económico. Como responsable de la caja del club blanco, logró créditos millonarios del Santander y del Popular para pagar, entre otras cosas, las fichas de los jugadores. Eran otros tiempos. Villar Mir era contrario a los grandes fichajes y sus roces con el presidente desencadenaron un rumor que le situaba al frente de una trama para derrocar a Mendoza. Villar Mir siempre lo negó y terminó dimitiendo al no aceptar la directiva su propuesta de venta de la Esquina del Bernabéu.

En los últimos años ha sido el artífice de la fusión de Obrascón, Huarte y Laín para crear OHL, la quinta constructora de España, y del desembarco de su grupo en el negocio eléctrico de la mano de Hidrocantábrico. Su hijo Javier comienza a coger el timón.