La industria extremeña acaba de marcar un hito en la aún breve historia del control de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Por primera vez y durante el 2008, ha reducido sus vertidos de dióxido de carbono (más conocido por su fórmula química, CO2), que es uno de los principales responsables del calentamiento global del planeta.

El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ya ha certificado este cambio de tendencia. Porque desde que en el 2005 las plantas industriales de toda España comenzaron a notificar las emisiones de forma obligatoria, la producción de este tipo de gas no habían hecho más que crecer año tras año, alejando a la región y al país del cumplimiento del Protocolo de Kioto. Pero el 2008 ha roto esa tendencia alcista. Concretamente, según los datos facilitados por Renade --el organismo español que registra los derechos de emisión de gases de efecto invernadero--, las 21 plantas industriales extremeñas que deben controlar sus emanaciones vertieron al aire 1.118.104 toneladas de C02. Esto supone 54.400 toneladas menos que en el año 2007 --en términos relativos, un 4,6% menos--.

"No creemos que detrás de este descenso esté el compromiso de estas empresas por reducir las emisiones, porque no estamos detectando que exista interés por este tema. Estamos convencidos de que la causa más probable es la crisis, que ha frenado la producción y, por tanto, también sus vertidos", opina Jesús Valiente, portavoz de la organización ecologista Adenex. De hecho, una de las 21 empresas controladas por el Renade no notificó datos durante el año pasado al tener que echar el cierre. Concretamente se trata de Cerámica San Cristobal, que se dedicaba a la elaboración de ladrillos en Coria.

Desde el Ministerio de Medio Ambiente también lo achacan, en parte, a la coyuntura económica, aunque aportan otras explicaciones. "También hay un uso menos intensivo en energía y un incentivo por la subida de los precios de las materias primas", advirtió la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, durante la presentación de los resultados a nivel nacional hace unos días. Bajo su punto de vista, además influye el creciente peso de las energías renovables frente a otras materias primas más contaminantes.

Lo cierto es que este cambio de tendencia no se ha producido únicamente a nivel regional. En el conjunto del país descendieron un 12,4% y a nivel europeo, un 3%, según los datos publicados por la Comisión Europea el pasado viernes. Para el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, junto al efecto de la crisis y las medidas adoptadas por las compañías para hacer frente al alto precio del carbono en la primera mitad del 2008, el sistema de control fijado por la Unión Europea a través de los países miembros también está contribuyendo a la reducción de las emisiones.

CINCO CONTAMINAN MAS Pero no todas las industrias extremeñas han participado en este descenso. Cinco de ellas --concretamente Siderúrgica Balboa, Cidacos, Enagás y las conserveras Vegetales de Extremadura y Transformados de Badajoz-- han aumentado sus vertidos de CO2 respecto al 2007. No obstante, hay que tener en cuenta que el 2008 ha sido el primer ejercicio de aplicación de las nuevas asignaciones de emisión para los próximos cuatro años y algunas de estas instalaciones tenían aprobados y concedidos derechos superiores a los del anterior programa (2005-2007).

Otro aspecto positivo es que ninguna de las 20 plantas industriales extremeñas --sin contar ya a Cerámica San Cristobal, que ha cesado su actividad--, ha producido más gases efecto invernadero de los que tenía asignados por el Gobierno para el 2008. Esto les permitirá aprovechar esos excedentes en próximos años e incluso venderlos a industrias del resto del país o Europa, según confirman en el Ministerio de Medio Ambiente, donde afirman que el mercado de emisiones funciona a "buen ritmo" --el precio medio de la tonelada está en torno a los 12 euros, pero los datos sobre compraventa no son públicos--.

En Extremadura, Cementos Balboa es la industria que más CO2 vierte a la atmósfera, con diferencia (688.300 toneladas en el 2008), pero también la que más las ha reducido en el último año (en el 2007 emitió 783.000). No obstante, el sector más contaminante de la región es la agricultura, que cada año genera 4,4 millones de toneladas de gases de efecto invernadero --el 49% del total regional--, seguido por el transporte --responsable del 32%, con 2,9 millones de toneladas anuales--.