Extremadura es una de las cinco comunidades autónomas con mayor grado de implantación de los cuidados paliativos --la atención especializada que se ofrece a los pacientes de enfermedades terminales y a sus familiares--. Así, lo confirma un estudio de ámbito europeo realizado en el marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y coordinado por la Clínica Universitaria de Navarra.

El informe establece tres niveles de implantación y la región, junto a Cataluña, Navarra, Canarias y La Rioja, se sitúa en el más alto, con más de un 50% de cobertura. En este sentido, cerca de 5.900 pacientes han recibido atención de los equipos sanitarios del Programa Regional de Cuidados Paliativos desde su creación en el año 2003. Esto supone una media de unos 1.500 enfermos tratados cada año, según los datos facilitados por el Servicio Extremeño de Salud.

No obstante, el número de afectados en la comunidad autónoma es mucho mayor, ya que no todos pasan por las manos de estos equipos de especialistas. Cada año 3.000 personas padecen algún tipo de enfermedad terminal y a ellos hay que sumar familiares y amigos (30.000 afectados en total).

Con el objetivo de incrementar el nivel de información y concienciación social en la población y en las administraciones, hoy se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos. "Es importante que toda la gente sepa que es un derecho que tienen todos los ciudadanos", destaca Javier Rocafort, coordinador del programa en Extremadura.

ATENCION AMPLIA Los cuidados paliativos, según explica Rocafort, no sólo consisten en "prestar atención sanitaria al enfermo, hay otras muchas necesidades: aliviar el miedo, ofrecer cariño, dar compañía...". Por ello, desde el SES se ha establecido un proceso de actuación fundamentado en tres pilares: la comunicación, el control del entorno del paciente y el control de los síntomas y las dolencias.

Además, cada caso tiene unas necesidades concretas y se trata de una forma distinta: "La mayor atención se presta en los centros de atención primaria por los propios médicos de cabecera, que saben cómo aliviar ciertas dolencias; si los síntomas son más complejos movilizamos a los equipos especializados, que pueden actuar tanto a domicilios como en dependencias hospitalarias". De hecho, según explica, el Programa Regional de Cuidados Paliativos es una prestación más de la sanidad pública a la que se tiene acceso a través de los médicos de cabecera, los centros de atención continuada (urgencias), el servicio de emergencias 112 y los hospitales.

En estos momentos, la sanidad extremeña ofrece cuidados paliativos a unas 800 personas. De ellas, la mitad reciben una atención básica en centros de salud, otras 200 son directamente tratadas por los equipos del programa --compuestos por médicos, enfermeros y psicólogos con formación especializada-- y el resto serán atendidos próximamente por estos especialistas, afirma Rocafort.

RETOS Y OBJETIVOS A pesar del buen balance de los cuatro primeros años de funcionamiento, Javier Rocafort admite que todavía quedan aspectos del plan que hay que desarrollar, como terminar el proceso de coordinación y mejorar la formación de los profesionales sanitarios, "sobre todo en Atención Primaria". A esto se suman la futura confección de unidades específicas de cuidados paliativos en cada hospital y la creación de un observatorio regional, "una iniciativa pionera en España, porque no hay ninguna comunidad autónoma que lo tenga", aclara. Según Rocafort, con este organismo podrán analizar y evaluar el trabajo que realizan y estudiar medidas para mejorarlo.

Desde el SES también confían en poder seguir promoviendo la investigación y conseguir que los cuidados se empiecen a prestar con mayor antelación. "Nosotros no podemos adelantarnos a las enfermedades y realizar diagnósticos precoces, pero sí tenemos que intentar detectar antes los síntomas para aliviarle dolores y molestias al paciente", comenta.

Además, con efemérides como la de hoy se pretende involucrar a la sociedad en este tipo de tratamientos especializados. Actualmente, nueve organizaciones extremeñas con voluntariado colaboran con el SES para atender a enfermos terminales.