Un estudio elaborado por la sección sindical de Csica en Caja Extremadura sitúa en más de trescientas la cifra de prejubilaciones a las que obligará la fusión de las dos cajas extremeñas. La estimación viene a coincidir con la que adelantó el viernes pasado el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, a partir de la información contenida en un estudio encargado por Caja Extremadura. Según el líder del PP, el coste de estas jubilaciones anticipadas superará los cien millones de euros.

Los cálculos realizados por Csica cifran en 92 las oficinas bancarias en las que existiría algún tipo de solapamiento geográfico, lo que supone el 19,7% de las 466 sucursales con las que contaban ambas entidades al cerrar el 2008. El mayor problema estaría en la provincia de Badajoz, donde Caja Extremadura posee 59 oficinas, siendo la coincidencia mucho menor en Cáceres, donde las oficinas de Caja Badajoz son solo once. En cualquier caso, desde este sindicato se resalta que la toma se decisiones para el cierre de oficinas se tendrá que hacer "con criterios técnicos, utilizando variables como localización, propiedad del inmueble, tamaño o volumen de negocio" y no centrándose en cuál de las dos cajas tiene mayor implantación en cada territorio. Además, también hay que tener en cuenta que se trata de cifras provinciales, no por municipios, con lo que algunas de estas oficinas podrían estar situadas en localidades donde la otra entidad no tenga presencia, lo que facilitaría su viabilidad.

Jaime Amaya, delegado sindical de Csica, explica que estas más de noventa oficinas supondrían en torno a 280 empleados (la media es de unos tres trabajadores por delegación). Sin embargo, indica que se trata de unas previsiones de prejubilación "muy conservadoras", ya que además habría que tener en cuenta todo el personal que trabaja en los servicios centrales de las dos cajas --solo en el caso de Caja Extremadura son unas 250--, cuyas tareas quedarían, en muchos casos, duplicadas.

A la hora de realizar las prejubilaciones, el informe resalta que "en las dos cajas existe una plantilla relativamente joven". En este sentido, los empleados que superan los 55 años son 363 (16,7% de las plantillas), 212 de ellos en Caja Extremadura y los restantes 151 en la de Badajoz. Amaya, cree sin embargo, "que es posible" que finalmente haya que bajar más el listón para cubrir todas las bajas necesarias.

RECURRIR AL FROB Hace apenas unas semanas, el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Juan Ramón Quintás, aseguró en Badajoz que las cajas extremeñas no tienen en estos momentos una "presión de urgencia" para fusionarse. En opinión del máximo responsable de la CECA, la buena situación de las cajas extremeñas hace que no tengan por qué recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), unas ayudas públicas al sector que estarán vigentes hasta el 30 de junio de este año. Sin embargo, Amaya considera que la entidad resultante de la fusión de las dos cajas regionales sí tendrá que servirse de ellas. "Si no, ¿de dónde va a salir todo el dinero de las prejubilaciones?", se pregunta.

Amaya asegura que en Csica --sindicato más votado en Caja Extremadura-- de momento desconocen el contenido de los informes encargados por Caja Extremadura "son top secret . Por ahora no se nos está dando información", apunta. A su juicio, lo único que está claro es que "las dos cajas por sí solas ya no hacen nada. Lo que se está viendo es si van a un Sistema Institucional de Protección (SIP) juntas o por separado". En este sentido, considera que la posibilidad que cobra más fuerza es de la unión de las dos cajas extremeñas antes de ir a un SIP con la andaluza Cajasol, con la que, destaca, "se han mantenido conversaciones extraoficiales". Denominada también fusión fría, el SIP es un modelo de unión que permite integrar los negocios de varias entidades financieras pero manteniendo su personalidad jurídica.

CAJASOL Y CAJA GUADALAJARA Los consejos de administración de Cajasol y Caja Guadalajara dieron el visto bueno a finales del pasado enero al protocolo de fusión por absorción de ambas entidades, en lo que es la primera integración que se desarrolla en España entre cajas de ahorros de diferentes comunidades autónomas. Apenas unos días después, preguntado por la posibilidad de que se contemple la opción de fusionarse con cualquiera de las dos cajas de ahorros extremeñas, el presidente de la entidad andaluza, Antonio Pulido, respondió que no iba a adelantar nada "por deferencia a las conversaciones con otras entidades".