Las loterías y apuestas del Estado han visto como sus ingresos han aumentado en el último año en Extremadura, donde han crecido el gasto por habitante y las cantidades totales jugadas. Durante el año 2002 se jugaron en la región más de 52 millones de euros en este tipo de sorteos; un 5,45% más que en el 2001; mientras que cada extremeño gastó una media de 49 euros; un 5,8% más que en el año anterior. Este incremento ha sido a costa del sector privado, que ha tenido pérdidas en el apartado de tragaperras y bingos.

La memoria de la Comisión Nacional del Juego refleja que los extremeños se decantan, dentro de las apuestas del Estado, por la lotería Nacional y la Primitiva, con 19 y 21 euros de media por habitante jugados el pasado año, respectivamente. A gran distancia en cuanto a preferencias están la Bono Loto y la Quiniela, esta última incluso pierde un 12% de gasto respecto al 2001.

MAS MILLONES JUGADOS

Esta circunstancia ha provocado un mayor gasto total en este tipo de juegos de azar, al pasar de 49 millones de euros jugados en el 2001 a los más de 52 millones gastados el pasado año en la región. De todos los sorteos, los extremeños prefieren jugar a la lotería Primitiva, en la que se han gastado 22 millones de euros, dos millones más que los jugados en la lotería Nacional. Además, la Bono Loto obtuvo una recaudación de 5,5 millones de euros; y la Quiniela, cuatro millones.

Al margen de estos sorteos, ha que destacar el descenso sufrido por las ventas del cupón de la ONCE, pese a que sigue siendo uno de los juegos que cuenta con más adeptos en la comunidad autónoma. Cada extremeño jugó el pasado año una media de 27,5 euros y el gasto total fue de 30 millones de euros. Sin embargo, un año antes se gastaban 29 euros por habitante y se recaudaron más de 31 millones de euros, lo que supone una bajada de más del 5%.

Premios de más cuantía son la causa de esta tendencia al alza de las apuestas del Estado.