La inversión prevista para la puesta en marcha de la refinería ha experimentado un fuerte incremento, y según la nota del grupo promotor, se irá hasta los 2.500 millones. En el 2004, cuando se dio a conocer el proyecto, la cifra manejada era de 1.200 millones, que luego pasaron a 1.500, 1.800 y 2.000, a medida que se iba concretando.

En cuanto al accionariado, la información del Grupo Gallardo mantiene la estructura según la cual el capital extremeño supondría el 70% del total (47% del propio grupo industrial, 20% de SOFIEX y 3% de Caja Extremadura), mientras el 30% restante se lo reparten a partes iguales BBVA, Caja Madrid e Iberdrola.

Asimismo se mantienen las previsiones en cuanto a empleo (3.000 puestos de trabajo directos e indirectos) y producción, que sería de algo más de 5,4 millones de toneladas al año, lo que supondría producir el 35% del queroseno y el 20% del gasóleo que de otro modo tendría que importar España.

Por lo que se refiere a plazos, los promotores dan finales del 2011 como fecha en la que la planta estaría "totalmente operativa".

Durante la fase de construcción, según un estudio de la UEX citado por los promotores, la aportación de la inversión necesaria sobre el PIB regional rondaría el 0,9% a lo largo de un periodo cuatro años.

Una vez en marcha, el Grupo Gallardo destaca la creación de empleo y riqueza no sólo en la zona de la refinería, sino en toda la región, que generarían un efecto positivo en actividades relacionadas con la oferta de bienes de consumo y los servicios de salud y educación, así como un impulso al tejido industrial de toda la zona con la creación de numerosas empresas de mantenimiento, suministros y servicios auxiliares a la actividad de la refinería.