Ante la inminencia del ataque estadounidense, a Irak le entraron ayer las prisas por cooperar con los inspectores de la ONU. En un intento desesperado de demostrar que sí es posible que con las inspecciones se consiga el desarme de Irak, las autoridades iraquís invitaron a los jefes de los inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed Al Baradei, a visitar Bagdad "lo antes posible", según informó el Ministerio iraquí de Exteriores. "La invitación está estudiándose", según informó el propio Blix.

En el comunicado oficial, el régimen iraquí aseguró que la visita de Blix y Al Baradei servirá "para acelerar la cooperación" y para "solucionar todos los asuntos pendientes entre Irak y la ONU".

CONTRADICCIONES

La semana pasada, Amir Saadi, el consejero de Sadam Husein para Asuntos Científicos y Militares, aseguró que había invitado a Blix a volver a visitar Irak. Sin embargo, el jefe de la Unmovic respondió que no había recibido ninguna invitación oficial.

Un portavoz de ese organismo sí que confirmó ayer en cambio la existencia de la invitación. "Estudiamos su contenido y discutimos", dijo Blix. La portavoz de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Melissa Fleming, subrayó que Blix y El Baradei consultarán el lunes al Consejo de Seguridad antes de tomar una decisión.

Los traductores de la ONU trabajaban contrarreloj ayer para avanzar en la traducción del informe de 25 páginas en árabe e inglés recibido el viernes con el que Bagdad intenta dar "pruebas creíbles" de que ha destruido todas sus reservas del gas nervioso VX.

PLAN POST-SADAM

Por su parte, el presidente de EEUU, George Bush, ya ha dado su aprobación al plan desarrollado por un equipo del Pentágono para instalar una "autoridad interina" en Irak. Esta estará integrada por grupos tribales, étnicos y religiosos iraquís, que se harán cargo de las principales competencias civiles y administrativas. EEUU controlaría inicialmente algunas instituciones claves, con el general Tommy Franks como jefe supremo.