El Paseo de la Isla es, por el momento, la mejor opción para el Ayuntamiento de Coria a la hora de elegir un sitio para que los jóvenes caurienses puedan seguir celebrando el botellón . De hecho, este lugar es el que se escogió en el 2003, cuando entró en vigor la Ley de Convivencia y Ocio de la Junta.

Antes de la citada normativa, el botellón se convirtió en el gran quebradero de cabeza para la administración local y, especialmente, para muchos ciudadanos que sufrían las consecuencias de esta actividad. El primer escenario preferido por los jóvenes para beber y escuchar música era la plaza de la Catedral, dentro del casco histórico. "Ahí los problemas eran grandes, se originaba mucho ruido, mucha suciedad y al ser un espacio reducido con pocas vías de entrada y salida había una gran falta de seguridad", explica Joaquín Barrio, oficial de la Policía local. En cuanto al Paseo de La Isla, no es la panacea, pero sí ocasiona menos problemas al vecindario.