Tanto el preso por terrorismo islamista recluido en el centro penitenciario de Cáceres como el de Badajoz permanecen en módulos separados de los presos de ETA, según fuentes penitenciarias, por lo que no mantienen ningún tipo de contacto. Las cárceles extremeñas acogen a 19 presos de la banda etarra, siete en la de Cáceres y doce en Badajoz, según fuentes arbetzales.

En la prisión de Cáceres, los presos de ETA permanecen en el módulo 4, con un régimen de vida diferente al resto de la población reclusa. El interno por integrismo islámico está, sin embargo, en un departamento aislado, con unas medidas disciplinarias distintas y no tiene ni siquiera, según estas fuentes penitenciarias, los mismos horarios que los otros internos de la prisión.

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias acordó hace casi dos meses una serie de medidas sobre el régimen de la vida carcelaria de los presos islámicos, según el grado de ´peligrosidad´ de los mismos, y limitó los contactos entre presos por terrorismo.