El Gobierno israelí empieza a recibir críticas internas por el estado de alerta en el que ha colocado a la población a causa de la guerra de Irak, a pesar de que, desde hace semanas, afirma que las posibilidades de ser atacados son mínimas. "Un liderazgo valiente habría dicho: ´No hay necesidad de que la población prepare habitaciones selladas ni que abra las máscaras antigás", declaró un mando militar a la prensa. La población debe seguir con las máscaras antigás, una precaución que pocos adoptan, pese a que los soldados tienen bajo control los aeródromos del oeste de Irak, el único lugar desde el que los misiles Scud pueden alcanzar Israel.