La nueva dirección de Izquierda Unida, que ha logrado un difícil encaje entre sus distintas familias en torno al PCE, y que encabeza Cayo Lara, temía que el voto útil les hiciera perder su eurodiputado. Pero en las elecciones europeas, de circunscripción única en toda España, todos los votos tienen igual valor e IU, coaligada con ICV, mantendrá a Willy Meyer en el Parlamento Europeo. La coalición, en cualquier caso, pasó ayer de los 643.000 votos conseguidos en las europeas del 2004, a los 572.000, con una pérdida del 4,1% al 3,75%.

En toda la campaña, una de las máximas del candidato Willy Meyer, que repetirá como eurodiputado tras sus cinco años en Bruselas, ha sido la de parar a la derecha europea, con propuestas de nacionalización de la banca y de los servicios públicos. Con ese discurso, IU ha entendido que podía recuperar apoyo electoral, en el marco de una situación económica excepcional, en el que, incluso en EEUU, se ha optado por una intervención pública en General Motors. Por ello, la pérdida del eurodiputado se hubiera tomado como un varapalo, que habría abierto, de nuevo, las discusiones internas en la dirección de IU. Esa percepción llevó ayer a que, tanto Lara como Meyer, mostraran su "moderada satisfacción", al advertir de que en Europa "la derecha avanza" y que las fuerzas progresistas no han sido capaces de proyectar con eficacia sus alternativas económicas y sociales.

ICV TAMBIEN SIGUE EN EUROPA Otro de los temores, que se acrecentó en la tarde electoral, se centraba en Cataluña. La abstención más alta que en el resto de España se consideraba que podía afectar en mayor medida a la coalición de IU-ICV. Finalmente, tanto Willy Meyer, como el eurodiputado de Iniciativa, Raül Romeva, estarán, de nuevo, en Bruselas. El objetivo ahora de IU será recuperar un camino muy complicado en la política española, con la mirada en las municipales y generales a medio plazo. Para ello, será crucial la cohesión interna.