Se ha levantado muy pronto, como siempre, pero en lugar de ir a plantar tomates a su pequeña explotación en la provincia de Sevilla, se ha venido a Mérida a decirle a los ministros europeos de Agricultura que "o cambian lo que están haciendo o yo no puedo seguir trabajando en lo que he hecho toda mi vida, porque cada vez estoy peor", asegura José Fernández.

La situación en la agricultura es muy mala y por eso cada vez menos gente "se dedica a esto", comenta, un oficio que conoce "de toda la vida", pero que hace años, dice, "ya no tiene cuenta".