¿A qué se debe el aumento en la práctica de cesáreas en el momento actual? A esta pregunta, que muchos plantean, trató de dar ayer respuesta el ginecólogo cacereño José de Julián, según el cual "se pueden argumentar varias razones, todas con parte de verdad".

En clara referencia a las dos esgrimidas por la consejera de Sanidad --partos prematuros y reproducción asistida--, De Julián reconoció que es "cierto" que "la mujer se plantea la maternidad a una edad superior y con ello aumenta la prematuridad y por tanto la indicación de cesárea"; y que es "cierto también" que la medicina reproductiva "ofrece tratamientos y técnicas con las que aumentan las posibilidades de embarazo, pero también las de gestación múltiple, cosa que nos preocupa seriamente a los que trabajamos en ese campo y por ello cada vez transferimos menor número de embriones por ciclo".

Están, por otro lado, citó también, los hábitos, "el tabaquismo influye de manera importante en el peso del recién nacido y cada vez hay más mujeres que fuman y por tanto más embarazadas que lo hacen". Pero con mucho, para José de Julián, el factor que más ha contribuido en los últimos años al aumento en el número de cesáreas ha sido el tipo de medicina que se hace, eminentemente defensiva.

Y es que según hizo constar, "la ginecología es, después de la traumatología, la especialidad que más denuncias soporta, y sobre todo a expensas de la obstetricia (asistencia al embarazo y parto)". Por ello, ante este hecho, por miedo a posibles denuncias, cada vez más frecuentes, reconoció, "ante el más mínimo factor de riesgo se indica y practica una cesárea, evitando de ese modo las consecuencias que para el recién nacido pudiera tener un parto vaginal", al tiempo que futuras denuncias.

"Es cierto que puede no ser lo más correcto", reconoció José de Julián, "pero es lo más seguro para todos, tanto para el recién nacido, que en la medicina actual prácticamente se exige que nazca perfectamente; como para la matrona; y para el médico".