Se convirtió en periodista tras acudir a un programa radiofónico para denunciar una estafa a un centenar de personas con discapacidad, entre los que que se incluía. Poco después comenzó a trabajar en los medios como especialista en esta cuestión y actualmente continúa ejerciendo esta labor. Recientemente, visitó Mérida para participar en una mesa de trabajo con periodistas extremeños, a los que presentó la Guía de estilo para medios , de la que también es autor.

--¿Qué queda por denunciar?

--Muchas cosas. Como denuncia genérica, diría que las personas con discapacidad seguimos siendo ciudadanos de segunda. Si bajamos al terreno al concreto, podemos señalar la tremenda discriminación que sufre la mujer con discapacidad, el estigma de la enfermedad mental, el incumplimiento de las leyes, el problema de las nuevas tecnologías --que se puede convertir en un obstáculo para personas con discapacidad severa--, la falta de formación... Hay muchísimas reivindicaciones.

--Parece que se ha avanzado, pero queda bastante por hacer.

--Es que el punto de partida era extraordinariamente bajo. Entonces, se han hecho muchas cosas, algunas bien y otras no. Por ejemplo, una persona puede ver una rampa y decir: "mira qué bien" y paso yo, que la necesito, y le llamo "tobogán", porque no tiene la inclinación que manda la ley y te juegas la vida subiendo y bajando. Creo que hay todavía un camino que recorrer, en el que le doy una importancia extraordinaria a los medios de comunicación.

--¿Qué papel deben jugar?

--Cuando hablamos de discapacidad, necesitamos buscar la complicidad de la sociedad por medio de la pedagogía y de la información y eso solo se puede hacer desde los medios. Creo que la sociedad es necesaria para que avancen los colectivos que sufren discriminación, pero no se hace cómplice de lo que conoce. La discapacidad es muy compleja, es muy amplia --no tienen nada que ver las soluciones para una persona ciega que para otra con lesión medular o autista--, y como la discapacidad ha estado oculta hasta hace poco tiempo, hay un gran desconocimiento. Ese es su papel.

--¿Y cómo deben ejecutarlo?

--Deben cambiar de perspectiva, porque falta naturalidad a la hora de tratar la discapacidad. Se trata poco y en la mayoría de los casos en la sección de sucesos, aparte de que se utiliza un lenguaje muy negativo.