Los sindicatos de profesores, sin embargo, recelan de una propuesta que entienden que no beneficiará ni a los alumnos que quieren seguir estudiando ni a los que no. El presidente del sindicato PIDE en Extremadura, José Manuel Chapado, considera que "no es bueno obligar a un alumno que desde los 14 años decide dejar de estudiar a que siga en el sistema educativo cuatro años más contra su voluntad".

Asegura que estos alumnos, que actualmente tienen que esperar hasta los 16 para poder abandonar las clases y buscar su futuro en el mercado laboral, ahora tendrán que prolongar dos años más la espera. Y, sin embargo, con la legislación actual el que quiera puede seguir estudiando hasta los 18 años el Bachillerato.

"Hay alumnos que lo que quieren es trabajar, no quieren estudiar", indica Chapado. Añade que en muchas ocasiones estos alumnos sin interés entorpecen la labor del docente y, por tanto, interfieren en el aprendizaje del resto de sus compañeros.

En su opinión el éxito en la enseñanza no es una cuestión de edad. "De qué me sirve que un alumno que no quiere estudiar siga hasta los 18 si sale sin el título de la ESO". Por este motivo, considera que la medida podría tener más que ver con hacer del sistema educativo una "guardería" para alumnos que no quieren estudiar, que realmente con una mejora de la calidad de la enseñanza.