Tras haber analizado la influencia del consumo, la distribución de la renta, la estructura de la pobreza o los desequilibrios en el mercado laboral, en su estudio más reciente Josep Oliver se ha sumergido en el fenómeno de la inmigración.

--¿Por qué Extremadura permanece a la cola del país en presencia de inmigrantes?--Entre los motivos está que la caída de la demografía aún no ha mermado su mercado de trabajadores nativos y el aumento de la ocupación ha sido importante pero no tan explosivo como en otras zonas.

--¿Tiene algo que ver en ello la importancia del sector agrícola en la economía regional?--Necesariamente no, como demuestran casos como los de Murcia y Almería. El incremento de la inmigración lo que refleja es un desequilibrio entre oferta y demanda de trabajo. En Madrid, Cataluña, Valencia y Baleares la caída de la tasa de natalidad fue muy importante ya en los años 70, su oferta de mano de obra nativa es ahora menor y por eso el crecimiento ocupacional ha sido más fuerte. El tema no es sectorial.

--Según sus hipótesis, en los próximos años el centro y el sur del país encabezarán ese crecimiento ocupacional, pero Extremadura queda fuera...--Me baso en lo que ha venido sucediendo hasta ahora. No quiero decir que en Extremadura no haya crecimiento ocupacional, sino que es menos intenso. Con los patrones de los últimos 12 años, Madrid y Andalucía seguirán ganando posiciones, pero Extremadura también lo va a notar y en la próxima década va a sufrir problemas en el ajuste oferta-demanda, es decir, va a necesitar un mayor volumen de inmigración que el que ha tenido hasta ahora.

--¿No resulta contradictorio hablar de incorporar miles de trabajadores inmigrantes con tasas de paro tan elevadas?--No. Lo que ha pasado o está pasando en las zonas con mayor inmigración de España es lo que va a pasar en Extremadura. Madrid, Cataluña, Murcia y Baleares han sufrido una caída importante de la tasa de paro y un gran incremento de la actividad femenina. Han agotado los excedentes nativos y ha comenzado a entrar la inmigración. En los próximos años, con un crecimiento moderado del empleo, las tasas de paro van a ir cayendo porque demográficamente no hay efectivos para mantenerlas. En el caso de Extremadura, la demografía también juega en contra del paro y a favor de la plena utilización de los efectivos nativos. La inmigración será necesaria para cubrir la demanda.

--Entonces, ¿se camina hacia el pleno empleo simplemente por el descenso demográfico?--No. En España, junto a un crecimiento insólito del empleo, se ha producido un panorama demográfico muy desfavorable. Es un doble juego. Entre el 2000 y el 2005, España, que solo pesa el 8% del empleo en la UE, ha generado el 40% de la ocupación.

--¿El empleo es una de las causas de la inmigración?--Creo que es el responsable del auténtico efecto llamada. El ejemplo contrafactual es Portugal, país que la inmigración está abandonando porque se encuentra en una situación de reajuste que no genera los suficientes empleos. Si el inmigrante no encuentra empleo, las noticias que transmite en su lugar de origen es que aquí no hay espectativas.

--¿La inmigración es actualmente una necesidad?--El crecimiento de los últimos años sería impensable sin la inmigración, tanto en el aumento del mercado como del consumo. Suponen cerca del 50% de los nuevos hogares en los últimos seis años, explican parte del crecimiento de la demanda de vivienda y están detrás de más del 40% del nuevo empleo. Sin los tres millones de inmigrantes que trabajan en España, la economía no habría crecido al 3% de media de los últimos 12 años. El efecto beneficioso es evidente.

--¿Hay conciencia de ello dentro de la sociedad?--Lo que ha pasado es que el proceso ha sido tan intenso y rápido que no ha dado tiempo a la reflexión. Ha explotado en los últimos siete u ocho años y hasta marzo del año pasado no sabíamos que el impacto era tan grande. El debate está sobre la mesa y me parece que comienza a penetrar la idea de que son necesarios. No vienen aquí porque tengamos más solidaridad que los franceses, sino porque nuestro mercado de trabajo es más productivo.