El joven de 35 años, Pablo Pérez, hallado muerto a tres kilómetros de un control policial en La Diagonal de Barcelona tenía sus raíces en la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata.

Su padre fue quien dio la noticia al resto de la familia que vive en este municipio extremeño. “Han registrado su casa, porque tenían que hacerlo, pensando que podría tratarse también de un terrorista. Lo han apuñalado en el coche, lo han metido en los asientos de detrás y luego ha huido con el coche”, explica uno de los familiares entre el nerviosismo y el impacto y que prefiere permanece en el anonimato. “Él vive en Villafranca del Penedés pero en ese momento estaba en Barcelona, donde trabajaba. Todo es terrible, no nos lo podemos creer”, añade. “Al principio no sabíamos si se trataba de un acto delincuente aislado, pero después viendo las noticias ya nos hemos enterado de la relación con el atentando. Está siendo muy doloroso”. Entre hoy y mañana toda la familia viajará a Barcelona.

Según los investigadores, el presunto autor del atentado yihadista de Las Ramblas podría ser quien robó ese coche y en su huida se saltó el control policial de La Diagonal.

El joven asesinado había trabajado como cooperante en varios países, entre ellos Haití. Su padre es natural de Navalmoral de la Mata y su madre de Burgos, pero la familia lleva décadas afincada en Villafranca del Penedés. De hecho, tanto el fallecido como su hermano habían nacido allí.