Pagar unos 350 euros al mes como máximo. Este es el límite que los jóvenes extremeños se marcan de media para vivir de alquiler, según un sondeo realizado por EL PERIODICO. Aunque reconocen que los precios varían en función de diversos factores --características del piso, zona en la que se encuentre, etcétera-- y asumen la dificultad de hallar buenas ofertas, los jóvenes de la región no están dispuestos a pagar más por una casa que, además, nunca llegará a ser suya. Por ello, la mayoría opta, de momento, por permanecer en el domicilio familiar o compartir piso hasta poder comprar una vivienda propia.

Esta actitud de la juventud extremeña coincide con la del resto del país, a tenor de la encuesta que el Ministerio de Vivienda ha llevado a cabo entre mil personas de entre 20 y 30 años y que la semana pasada hizo pública El País . Según este informe, aunque el precio del alquiler fuera menor, el 42,9% de los jóvenes españoles seguirían prefiriendo comprar un piso, superando al 40,9% que optaría entonces por alquilarlo.

También en precios las expectativas de los extremeños no están alejadas de las de los jóvenes del resto del país, que fijan los precios de los alquileres en una horquilla ideal de entre 350 y 475 euros. Sin embargo, la realidad sí que dista bastante de estas cifras, ya que el alquiler costó el año pasado 7,20 euros por metro cuadrado de media, lo que significa que un piso de 100 metros supondría un desembolso de 720 euros al mes.

Ante este panorama, la ministra de Vivienda, Carme Chacón, trató esta semana dar un golpe de efecto al tema del alquiler --una de las grandes apuestas del Gobierno para esta legislatura, de la que se encargó primero la extremeña María Antonia Trujillo-- con su anuncio de una posible revisión de las desgravaciones fiscales por los alquileres. No obstante, la medida fue rápidamente matizada por su compañero en el Ejecutivo al frente del Ministerio de Economía, el vicepresidente segundo Pedro Solbes, quien puntualizó que sería conveniente focalizar esta medida en ciertos colectivos, como los jóvenes.

Entretanto, la mitad --el 49,8%-- de los españoles que tienen entre 25 y 35 años consideran ya que la vivienda es el principal problema de España, un porcentaje que disminuye hasta el 36,7% para el conjunto de la población, de acuerdo con el último barómetro de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Así las cosas, parece que el Gobierno tiene bastante trabajo por delante para el evitar el desgaste que la cuestión inmobiliaria puede ocasionarle, justo cuando se comienza un nuevo curso político que previsiblemente estará muy influenciado por la precampaña electoral.

Lo que parece claro es que el alquiler es aún una opción residual para los jóvenes tanto extremeños como españoles en general. Los motivos que enumeran para explicar esta situación son muchos: mala calidad de los pisos, escasas garantías de continuidad, etcétera. El resultado, uno: su dificultad, cada vez mayor, para emanciparse.