E Tesoro de Valdeobispo ya se puede visitar. Las cuatro pulseras y el collar de oro de la Edad del Bronce que lo componen, uno de los conjuntos más relevantes de España, se exhiben desde ayer en el Museo de Cáceres, protegidas por una vitrina. Así culmina una larga historia, con aires rocambolescos, que comenzó en 1987 y se cerró este año con el pago de una indemnización a los dueños.

Al tener conocimiento de la existencia de estas piezas labradas en oro, la Junta de Extremadura comenzó hace 25 años el proceso para declarar bien de interés cultural estas joyas, únicas en la península ibérica, datadas en torno al siglo VIII antes de Cristo.

Sus propietarios intentaron vender públicamente las piezas en una subasta en Madrid, pero la Junta la bloqueó. En 1989 volvió a anunciarse una nueva subasta.

DESAPARICION

A partir de ese momento las piezas desaparecieron y meses después, en aquel mismo año, sus propietarios manifestaron que habían sido robadas. Pero todo había fingido. Uno de ellos y su mujer fueron condenados en 1991 por un "delito de simulación de delito". En 1994, la policía rescató las piezas, que se encontraban escondidas cerca de Plasencia.

La Junta de Extremadura decidió finalmente recurrir a la expropiación de las joyas y pagó una indemnización de 48.000 euros (8,1 millones de pesetas) a los propietarios, reconocidos como tales tras un juicio civil.

El consejero de Cultura, Francisco Muñoz, destacó ayer en la presentación del Tesoro de Valdeobispo en el Museo de Cáceres, la labor conjunta de la policía y las instituciones públicas para evitar que el patrimonio pueda ser expoliado.

El Tesoro de Valdeobispo, que lleva el nombre de esta localidad cacereña, tiene un peso de 1,8 kilos de oro macizo, lo que indica el alto nivel social de sus poseedores, según explicó el arqueólogo de la Consejería de Cultura Juan Javier Jiménez. Las piezas son de uso femenino y formarían parte del ajuar de una novia para una boda entre grupos de élite de la zona extremeña.

Su fundición se realizó en los albores del mundo tartésico. Sus pobladores eran ganaderos y controlaban por las armas su entorno natural, como prueban las espadas de bronce encontradas en diversos yacimientos.

Unos cinco tesoros similares al de Valdeobispo han sido hallados en zona extremeña y portuguesa y pueden ser considerados como símbolos de los jefes indígenas de la periferia hispana, piezas simbólicas de la aristocracia, en un momento de cambio cultural de la historia, declaró Juan Javier Jiménez.

Las previsiones de visitas se esperan elevadas. Pero sobre todo serán piezas muy solicitadas para exposiciones temporales.